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Nayareth Pino Luna: «Gracias al estallido tendremos una política cultural más estable»

Por: Wilson Nanculef | Publicado: 30.08.2021
Nayareth Pino Luna: «Gracias al estallido tendremos una política cultural más estable» Nayareth Pino Luna | Nayareth Pino Luna
Los procesos de creación, la narrativa y los desafíos de ser escritora son alguno de los temas que abordamos en una entrevista con Nayareth Pino Luna, autora de «Mientras Dormías, Cantabas», su primera novela lanzada este año.

«Mientras Dormías, Cantabas» (2021) es el nombre de la primera novela de Nayareth Pino Luna (30),  licenciada en Letras Hispánicas, profesora y magíster en Educación de la Universidad Católica de Chile. La escritora lanzó este libro hace un mes, cautivando a la audiencia y a la crítica.

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La novela está ambientada en la noche de Año Nuevo en la comuna de La Pintana, donde sus personajes se conflictúan por lo que pueden decir y lo que deben omitir. Marcadas por muertes pasadas, el libro guía al lector por diferentes capítulos que llevan nombres de típicas canciones que las personas escuchan en la festividad más grande y nostálgica existente.

Los roles familiares se ven alterados por una violación y por una búsqueda constante de identidades. El Desconcierto entrevistó a su autora para conocer sobre la historia, las dificultades y desafíos de escribir y mucho más.

Nayareth ¿Cómo te preparaste para incursionar en el mundo literario y qué te ha parecido la buena recepción que ha tenido tu primer libro?

Ha sido bien maravilloso, ya va casi un mes desde que se lanzó el libro y nos ha ido súper bien. Me han llegado muchos comentarios de personas que no conozco dándome sus lecturas, así que estoy muy contenta del lanzamiento y con los primeros pasos de esta novela que espero dure harto.

La novela ha tenido muy buena recepción, no solo contó con la presentación de Alejandro Zambra y Lorena Amaro, quien además publicó en origami el texto que leyó en su presentación, Patricia Espinosa en LUN también fue muy entusiasta en su comentario. Es muy gratificante tener este nivel de crítica. Creo que responde también al largo trabajo que significó la manufactura de esta novela. Escribir es una actividad que implica un compromiso, un sacrificio, y eso significa, por ejemplo, no tener vacaciones. En mis vacaciones escribía de 9:00 a 21:00 horas.

Sobre lo de incursionar en el mundo literario, no me siento todavía en ese mundo, aunque no sé bien qué signifique. Existe un imaginario de ese círculo muy Roberto Bolaño o lo que representa cómicamente Zambra en Poeta Chileno. Al parecer, es un mundo bien movido, pero no me atrevo a conjeturar más al respecto.

¿Cómo nace la idea de este libro y su proceso de creación?

Partió en un diario de vida que yo tenía desde el 2017, donde había publicado entre comillas un libro de cuentos que leyó la gente que yo quería no más y luego, cuando terminé este libro pequeño, me dije que quería embancarme en algo más grande como una novela, la cual comencé a delinear en este diario de vida, que duró unos tres años y medio y la terminé el año pasado. Entre medio hubo postulaciones al Fondo del Libro y así. Hasta que lo gané y me contactaron de una editorial para el proceso de edición de este.

Fueron largas jornadas de escritura, de diseñar el devenir de los personajes, cuáles iban a ser sus temores y darles cuerpos en esta casa, ya que la novela está situada en un block en La Pintana, en una noche de Año Nuevo, entonces el espacio y el tiempo de esta noche va a determinar aquellas cosas que digan o hagan los personajes, porque se tiende a pensar que en esa festividad está todo permitido, pero los personajes se sienten limitados por esta fiesta en la casa de los abuelos, debido a sus pasados, relaciones y lutos insuperados.

En el libro se cuenta sobre una violación, ¿Cómo fue escribir sobre este tema y por qué decidiste hacerlo?

Sí, esa violación se va revelando de a poco en el libro y creo que la pregunta más que por qué, tiene que ver con el cómo. O sea, para mí era muy importante definir bien cómo iba a describir esa escena desde una ética particular, una ética ligada al feminismo no revictimizante. Sobre el por qué, creo que también se vincula a cierta ética.

Las tres mujeres que se relacionan con este evento lo hacen desde un posicionamiento súper particular. La joven que es violada no puede abortar, pero decide no ser madre y Clara, su madre, toma a su nieta por hija. Y desde ahí ambas van armando una ficción para la sobrevivencia, como digo en una parte de la novela. El teatro de las cosas que no tienen porqué ser así.

¿Por qué decidiste ambientar la historia en una noche de Año Nuevo?

La idea de duelo, de pérdida, me parecía muy natural que tuviera como escenario un Año Nuevo. Esta es una fiesta donde la nostalgia está a flor de piel. Recuerdo mis años nuevos en la casa de mis tatas y siempre había un espacio para los muertos, para nuestras muertas. Incluso recuerdo ver a mi abuela llorar. Y esta no es solo una experiencia personal, muchas personas me han comentado que es así. Que este tránsito entre un año y otro abre ciertas heridas, pero heridas que son necesarias. Es necesario recordar nuestras pérdidas. Es parte del ritual de seguir viviendo.

La protagonista tiene una enfermedad que la hace estar encerrada mucho tiempo, algo similar a lo que hemos vivido en la pandemia, ¿Cómo influyó la crisis sanitaria en la historia o en tu forma de escribir?

No mucho, porque esta novela la empecé a escribir a finales del 2017, cerca de Año Nuevo, de hecho. El último año fue un año de edición. Y creo que en mi vida estaba bastante acostumbrada al encierro, por ciertas situaciones médicas que me ha tocado vivir.

¿Qué consejo le darías a escritores y escritoras primerizas, teniendo en consideración tu experiencia con los fondos de cultura?

Yo postulé cuatro veces al Fondart. Las dos primeras veces, fue con un libro de cuentos y perdí. La tercera vez con esta novela y perdí nuevamente. Finalmente, presente algo más avanzado y esta vez gané. Es muy horrible la lógica de los fondos del libro, sobre todo porque hay poca plata y sobre esa experiencia, es como la historia de un fracaso. Además hay que entender, y alguien lo dijo por ahí, que uno no gana o pierde en el fondo, sino más bien te lo adjudicas, que es distinto, es decir solo te ganas la plata y esto es importante, porque si bien yo perdí tres veces, eso no quiere decir que mi proyecto haya sido malo, simplemente no me adjudiqué la plata.

Entonces, para cualquier creador cultural que no gana, les digo que hay que seguir, yo lo intenté hasta la cuarta vez, pero las veces que perdí no quise desistir porque yo confiaba en que mi proyecto era bueno, ese es el mensaje.

Otro consejo que les podría dar, es que escriban mucho a mano. Somos una generación muy golpeada por ansiedades y depresiones, la salud mental es demasiado importante en nuestra generación, entonces escribir a mano sirve mucho para bajar esa ansiedad. Tener un diario es una forma de resistencia ante las exigencias que nos pone la actualidad y sus pantallas.

¿Crees que en algún momento se podría cambiar este formato de financiamiento?

Yo tiendo a ser alguien con mucho optimismo y el estallido social fue un momento donde perdimos mucho como pueblo, pero al mismo tiempo sembró una semilla de esperanza, como de “nada puede ser tan terrible como lo era antes”.

Yo ahora sí creo que gracias al estallido tendremos una política cultural más estable. Cuando tengamos una nueva Constitución, la cultura no debe ser un lugar donde nos pongan a competir entre artistas y esto no puede ser concursable, debe haber un presupuesto dedicado a cuidar a los y las creadoras de Chile, de eso se trata la cultura.

 

 

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