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Entre lecturas ligadas a su cultura ancestral y a la Patagonia, la constituyente kawésqar Margarita Vargas, mejor conocida como Sarawita (‘Pajarito Blanco’), reflexiona sobre los horrores que ha pasado su pueblo en la historia de Chile, la recuperación de su lengua y la importancia en su carrera política de su tío activista por causas indígenas, Carlos Edén, al cual recuerda entre lágrimas como “la cicatriz de la dictadura y el resultado de una sociedad injusta”.
En estos momentos estoy leyendo Menéndez, Rey de La Patagonia, que es una literatura que deja en evidencia los vejámenes que se produjeron a los pueblos originarios de la Patagonia. Es un libro sumamente recomendable para toda la sociedad, ya que a través de él se puede comprender la verdadera historia de lo que pasó en la Región de Magallanes. También leí Cuando el cielo se oscurece de Carlos Vega Delgado, que muestra la historia de nuestro pueblo a través de lo místico y la espiritualidad. Nosotros somos un pueblo que trabaja mucho con la conexión entre cuerpo y el alma, igual que nuestro pueblo, y Carlos muestra desde lo romántico el valor de la mujer y de nuestra cultura.
Me levanto muy temprano para informarme y poder tener tiempo para diferentes tipos de lecturas, ya sea cultural, contingente y de las ciencias. Me estoy empapando de la mayor cantidad de literatura sobre nuestro pueblo y estudiando profundamente las palabras y estudios de nuestras lenguas originarias. Además, de muchas investigaciones sobre nuestra cosmovisión para poder aumentar aún más mis conocimientos ancestrales.
Desde el día uno que tomé mi canoa para poder remar junto a los otros escaños reservados para ir en una misma dirección. Hoy en día estamos consolidados como equipo en nuestras comisiones para generar más confianza y unión para poner en el tapete nuestras demandas, teniendo la claridad para poder avanzar aún más en nuestros planteamientos.
Han afectado mucho los escándalos del último tiempo a la Constituyente sumado a la falta de confianza, ya que los medios se han encargado de debilitar este proceso junto a otros poderes que no quieren que les cambien una carta fundamental que le ha dado tanto solo a un sector de la población. En estos momentos tenemos que escribir una carta fundamental que tenga énfasis en la integración, inclusión, derechos colectivos y sociales, entre muchos otros.
Tenemos un propósito y tenemos que ser fuertes para enfrentar estas adversidades a través de las fuerzas de mis ancestras. No tenemos que dejarnos llevar por las fuerzas que quieren invalidar este proceso. Tenemos que luchar por la gran cantidad de personas que están confiando en este proceso y que nos mandan las energías para que no caigamos en este tipo de juegos.
@periodistafurioso
Siento que la Constituyente nos generó un espacio para mostrar a un pueblo que han querido invisibilizar y borrar de la historia. No entiendo cómo existe tanto desconocimiento de nuestro pueblo siendo que hemos hecho grandes aportes a la humanidad desde las artes, la historia, las artes rupestres, investigación y educación. Por primera vez nuestra historia está siendo mostrada al mundo entero a través de la Constituyente. El Estado chileno nos ha inducido y obligado a insertarnos en una sociedad occidental, donde tuvimos que aprender otra lengua y que ha sido fáctica. La Constituyente la veo como algo positivo a pesar de que no hubo voluntad política para que hubiera más escaños reservados. Nuestra participación es un avance en la lucha que hemos llevado.
En mi pueblo siempre hemos vivido en contacto con la naturaleza y desde pequeña hemos navegado para subsistir. En una de esas navegaciones, mi abuelo José López, vio un pajarito blanco y me dijo: ahí está Sarawita, y como yo soy un poquito blanca me identificó. En ese sentido yo me siento demasiado identificada con este nombre porque me gusta volar muy alto sin pasar a llevar ninguna rama del árbol.
Estoy trabajando para perpetuar el legado de mis abuelos. Hablo la lengua de la forma en que ellos me enseñaron, pero no soy una hablante, ya que estoy en un proceso de aprendizaje y rescate de mi lengua. Me hubiese gustado ser una hablante de mi lengua pero estoy en ese proceso para poder preservarla de la mejor manera. Nuestra identidad seguirá viva mientras siga existiendo nuestro pueblo. Sin embargo, estamos perdiendo parte de nuestras tradiciones ancestrales debido a que hemos salido de nuestros territorios para buscar otras alternativas para «mejorar nuestra calidad de vida». En estos momentos estamos trabajando para rescatar nuestra cultura y en procesos de proteger nuestro territorio. Siento que estoy llevando el legado y que me mandataron nuestras ancestras y la comunidad que me ha apoyado en estos procesos.
No soy la mayor representante de mi pueblo, ya que nuestro pueblo no tenía una autoridad, pero sí las mujeres han ejercido un liderazgo y son las protectoras de nuestra cultura y familias. Sin embargo, estar aquí es un hecho histórico porque por primera vez en la historia de Chile estamos representados. Soy una kawésqar e independiente que sea constituyente voy a seguir trabajando por los derechos fundamentales de mi pueblo. Se necesita mucha armonía y fuerza para dejar un legado en esta Constitución. La sociedad chilena no puede ser dueña de la verdad, sino que tenemos ser integradores y solidarios. Tenemos que respetar a las personas de todas las esferas, sobre todo por su valor como ser humano. Necesitamos trabajar unidos para que tengamos un Chile justo y digno.
Mi tío (Carlos Edén) es la cicatriz de la dictadura y el resultado de una sociedad injusta. Esta sociedad no valora el conocimiento y la identidad y en estos momentos, él está viviendo el resultado de la dictadura y las injusticias sociales debido a todo lo que ha hecho para reivindicar los derechos del pueblo kawésqar. Soy la fan número uno de mi tío. Es a la persona que más admiro y que ha influenciado mucho en mi carrera, que en estos momentos podría llamar política, ya que me enseñó su forma de trabajar a través de su activismo. Mi tío es el resultado de la dictadura que ha dañado tanto a los pueblos originarios. Respeto mucho su valor humano y patrimonial, a pesar que no ha sido valorado aquí en la sociedad chilena sino que más en el extranjero. En mi tío está el conocimiento vivo, la experiencia y las narraciones que debemos rescatar hoy.
