Efectos Secundarios es un libro que provoca impotencia, shock y rabia. Así se describe el nuevo libro de Larissa Contreras, que sigue el caso real de una niña asesinada en un centro del Sename en 2016.
La novela se centra en la jueza Carmen Espíndola, tras enterarse de la muerte de Catalina en el hogar de menores al que la designó. El relato busca remecer a la sociedad chilena que se impacta ante este tipo de casos, pero no ha realizado cambios estructurales en un «sistema que no cuida a sus niños, niñas y adolescentes», reza el libro.
«Decidí que fuera una jueza de familia y luego aparece una niña, Lissette Villa, una niña pequeña que falleció en el Sename el 2016. Toda su tragedia se metió en mi vida y tomé todo ese material y lo uní con la jueza. Este libro se armó solo, las dejé hablar», explicó Contreras.
El texto también es una apuesta en lo literario. Según la actriz Nona Fernández, quien fue parte del lanzamiento, «el gran acierto de este libro es que quienes narran la historia de la jueza son su equipo, que conocen su vida, funcionarios copuchentos, un coro de voces que entregan un punto de vista de esta historia, y entregan humor a esta gran tragedia de la pequeña Catalina, y de la jueza, que posiblemente tiene culpabilidad en la muerte de la niña».
Aunque la novela no es solo ficción. Contreras explicó que encontró un informe criminalístico terrible que describía la manera cruel en que muere la niña.
«A través de ese informe me enteré de muchas cosas más de esta niña. Tomé la decisión de incluir ciertos pasajes. Lo expuse, tuve muchos problemas éticos, porque ella fue vulnerada y yo no podía seguir vulnerándola. Por eso cambié los nombres de la niña, cuidadores y psiquiatras. Sentí la necesidad de denunciar este caso, remecer, provocar y sentí que no era correcto exponer sus abusos nuevamente», aclaró la autora.
Efectos secundarios conmueve, emociona, da un poco de risa y también mucha rabia. «A través de distintas estrategias narrativas como el reporteo periodístico, la interpolación de imágenes e informes legales y periciales, Larissa ofrece una novela que provoca impotencia, shock y rabia, precisamente por lo rudo de su abordaje, que nos enrostra una realidad abismante», concluye Nicolás Poblete, escritor y periodista, en la contraportada del libro.
Portada de Efectos Secundarios.