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Crítica de Cine | “Blanquita”: La incomodidad de una historia fascinante

Por: Galia Bogolasky / Culturizarte | Publicado: 31.01.2023
Crítica de Cine | “Blanquita”: La incomodidad de una historia fascinante Blaquita | Cedida
La cinta inspirada en el Caso Spiniak mezcla la ficción y la realidad, y es la nueva película del director chileno Fernando Guzzoni. Además ha recibido una muy buena crítica en festivales de cine internacionales, adjudicándose el Colon de Oro como Mejor Película en la edición N°48 del Festival de Huelva de Cine Iberoamericana (en España) y el Premio al Mejor Guion en la sección Orizzonti del Festival de Cine de Venecia.

En la inauguración de Fecich 15, tuvimos la oportunidad de ver Blanquita, la nueva película del reconocido director chileno Fernando Guzzoni, producida por Giancarlo Nasi (Quijote films). La cinta cuenta con las actuaciones de Laura López (Blanquita), Amparo Noguera, Marcelo Alonso, Daniela Ramírez y Alejandro Goic.

La cinta, inspirada en el caso Spiniak, cuenta la historia de Blanca, una residente de un hogar de acogida de 18 años, testigo clave en un escándalo que involucra a niños, políticos y hombres ricos que participan en fiestas sexuales. Sin embargo, cuantas más preguntas se hacen, menos claro se vuelve exactamente cuál es el papel de Blanca en el escándalo y se pone en duda qué es mentira y qué es verdad, en base a su relato.

La historia nos lleva al Chile del 2003, cuando un empresario poderoso (Claudio Spiniak) junto a sus amigos en las altas esferas del poder, fue descubierto en una red de pedofilia, donde un conocido político de la UDI estaba involucrado (Jovino Novoa). Una joven llamada Gema Bueno hizo una denuncia por haber estado secuestrada por meses en la casa de Spiniak, donde recibió todo tipo de abusos.

Todo esto fue apoyado por el Cura Jolo y la diputada de RN Pía Guzmán quienes tomaron el testimonio de Gemita y lo llevaron a tribunales. Después de un tiempo, el caso se empezó a caer, y las declaraciones resultaron contradictorias, donde finalmente salió a la luz que el testimonio de Gemita era falso.

Este gran escándalo mediático, político y judicial, dejó muchas preguntas, ya que no quedaron claras las motivaciones que tuvo Gemita para mentir, o si dentro de esa mentira hay algo de verdad, que se fue agrandando a niveles incontrolables, y que ya era muy tarde para echar pie atrás. También fue muy complejo explicar el nivel de participación que tuvo el cura en influir en el testimonio de Gemita, y si el estuvo detrás de toda esta gran mentira.

Este es el argumento que utiliza Guzzoni como inspiración para narrar la historia de Blanquita, una joven que había sido abusada cuando chica, reiteradamente, y que al ver el caso Spiniak en televisión, lo reconoció y declaró que ella había sido abusada por este hombre y por su círculo cercano.

La historia real y la ficción tienen elementos en común, pero hay ciertos aspectos de la cinta en que se nota la intención de no apegarse tanto a la realidad. Se cambian los nombres, algunos lugares, situaciones, pero el fondo es el mismo. Los personajes son muy parecidos a los reales, más que por apariencia física, por actitud.

La película ha recibido una muy buena crítica en Festivales internacionales de cine, obteniendo el Colon de Oro como Mejor Película en la edición N°48 del Festival de Huelva de Cine Iberoamericana (en España) y el Premio al Mejor Guion en la sección Orizzonti del Festival de Cine de Venecia. También es la película chilena elegida para representar a Chile en los Premios Oscar en la categoría Mejor Película Extranjera.

Blanquita es el cuarto largometraje del director Fernando Guzzoni, tras La colorina, Carne de perro y Jesús. Se puede apreciar claramente su evolución como cineasta y guionista, logrando una película sólida, potente, con una historia muy bien narrada, generando preguntas en las que nosotros, como espectadores, nos enfrentamos y nos hace cuestionarnos sobre los límites éticos a los que podemos llegar en situaciones tan extremas como son el abuso sexual, la pedofilia, y la violencia de género.

Guzzoni logra contar esta historia a través de muchos primeros planos, que son muy necesarios para involucrarnos y empatizar con la protagonista, y al mismo tiempo, incorpora planos muy cuidados estéticamente, con un nivel de precisión y calidad estética que se aprecian enormemente. Hubo algunos problemas de sonido (no sé si es de la proyección o de la cinta) los que generaban dificultad para entender algunos diálogos.

La cinta aborda una temática bastante interesante que tiene que ver con el concepto de ser víctima/victimario, del poder dentro del poder y de cómo una joven excluida por la sociedad, se enfrenta con valentía a esos hombres poderosos, a un sistema corrupto, a la injusticia social, y a la discriminación constante. Temas relevantes hoy en día alrededor de todo el mundo, por lo que se hace una película necesaria transversalmente.

A pesar de que está basada en hechos reales, sobre una historia muy conocida para las audiencias chilenas, ya que se basa en el caso Spiniak, Jovino Novoa y Gema Bueno, que ocurrió en Chile hace unos años, la historia, lamentablemente, no es ajena al resto del mundo. Los políticos corruptos, la pedofilia y los abusos, no es algo que pasa solo en nuestro país. Es un tema doloroso, pero universal y a pesar de lo triste que puede ser, es necesario abordarlo, y a través de una ficción, se logra traspasar esa sensación de angustia por lo real y cercano, pero al mismo tiempo, se comprende que hay un relato construido con fines dramáticos.

Laura López logra una interpretación cautivante, donde atrapa a la cámara, generando una relación simbiótica muy importante a nivel de expresividad del personaje. Blanquita es una madre soltera, joven, que vive en un hogar, acogida por un sacerdote (Alejandro Goic) que la trata de proteger hasta un punto que no tiene retorno, en una relación más de padre e hija que de cuidador, lo que se vuelve bastante perturbador pero interesante al mismo tiempo.

Las demás actuaciones, funcionan como un gran apoyo, ya que se aprecia la experiencia en cine, con una siempre sólida actuación, especialmente de Alejandro Goic y Amparo Noguera.

Fernando Guzzoni logra contarnos una historia dramática que nos llega a molestar, ya que ¿Cómo puede ser que la víctima se convierta en la victimaria? Es políticamente incorrecto. Poner el punto de vista desde el personaje que es una víctima del sistema, pero que hace algo “incorrecto” genera una incomodidad que perturba, generando cuestionamientos éticos que no son fáciles de digerir. Nos encontramos con una cinta que narra una historia que entendemos que ocurrió realmente, sin embargo, nos descoloca, nos perturba, y nos fascina.

Ficha Técnica

Año de producción: 2022

Idioma: español

Elenco: Laura López, Alejandro Goic, Amparo Noguera

Productora: Quijote Films, Varios Lobos, Tatantula, Bonne Pioche, Madants

Países: Chile, México, Luxemburgo, Francia, Polonia

Dirección: Fernando Guzzoni

Producción: Giancarlo Nasi

Coproductores: Pablo Zimbrón Alva, Donato Rotunno, Pascal Guerrin, Yves Darondeau, Emmanuel Priou, Beata Rzeźniczek

Distribuidora: El Camino Films

Artículo publicado en alianza con Culturizarte.

 

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