Priscilla Presley tenía 14 años cuando conoció al rey del rock, Elvis Presley. Era una adolescente tímida que se enamoró de un ídolo mundial. Durante seis años, vivió una relación a distancia, llena de promesas y esperas. Finalmente, se casaron en 1967, pero su sueño pronto se convirtió en una pesadilla, entre drogas, infidelidades y violencia.
Esta es la historia que cuenta la directora y escritora Sofia Coppola en su última película, Priscilla, basada en las memorias publicadas en 1985, «Elvis y yo», escrita por la misma Priscilla Presley con Sandra Harmon, y que llega a los cines chilenos este 28 de diciembre distribuida por MUBI.
La cineasta, conocida por retratar a mujeres complejas y solitarias, se adentra esta vez en el mundo de la fama, el glamour y la decadencia de los años sesenta y setenta, en un retrato íntimo y conmovedor de una mujer que sobrevivió al amor más intenso y destructivo de su época.
Mito americano
“Leí el libro de Priscilla hace años y lo revisé recientemente y pensé que era un mundo muy interesante y algo exótico para mí: la idea de Memphis en los años 1960”, cuenta la cineasta Sofia Coppola.
Además, “es un mito muy americano. Elvis y Priscilla eran una pareja estadounidense legendaria, pero no sabemos mucho sobre Priscilla y cómo fue su experiencia. Y realmente me conmovió su historia, saber cómo fue para ella. Realmente entró en detalles sobre su experiencia y su crecimiento en un mundo tan inusual», relata.
Así «seguí pensando en ello y un día la llamé y le dije: «¿Alguna vez estarías dispuesta a hacer una película de tu libro?». Y ella dijo: «Déjame pensar en ello». Pero en ese momento, ella realmente no buscaba hacer una película y parecía bastante reservada. Entonces, me emocioné mucho cuando me hizo saber que me lo confiaría. Fue la primera vez que hice algo donde la persona en cuestión estaba viva y podía hacerle preguntas. Priscilla estuvo muy abierta a responder mis preguntas y brindarme detalles y conocimientos que, creo, realmente contribuyeron mucho a la realización de la película”.
Adaptación
La directora detrás de películas fundamentales como Lost in Translation y The Virgin Suicides, confiesa que uno de los mayores desafíos fue pensar en cómo contar la historia.
“Su relación con Elvis fue una parte muy importante de su vida; entonces, ¿cómo se resume su experiencia para que encaje en una película? ¿Cómo dar la impresión de cómo fue para ella y encontrar formas creativas de saltar en el tiempo y mostrar su evolución, desde los catorce años hasta la edad adulta? Tenía muchas ganas de capturar el tiempo en Graceland. Mi idea era que fuera ella entrando y saliendo de Graceland, y ese era el momento en el que me iba a centrar. Pero, por supuesto, tenía que dar una idea de su historia de fondo, de cómo conoció a Elvis y terminó allí”, desarrolla Coppola.