Pablo Paredes, Claudia Di Girolamo, Pablo Simonetti: Los nombres que suenan en Cultura

Aunque muchos no se arriesgaron a dar nombres, en las conversaciones que sostuvimos se repiten apuestas como Pablo Paredes, Claudia Di Girolamo, Pablo Simonetti, Isabel Orellana y Andrea Gutiérrez, entre otros. Donde coinciden es en las prioridades que deberá enfrentar la nueva autoridad, con respuestas prontas y concretas a temas delicados que llevan más de treinta años arrastrándose sin solución, como descentralización, incrementar el presupuesto de la cartera y modificar profundamente el sistema de concursabilidad.

No es la idea vivir de los fondos: Francisco Ortega, escritor

Tengo dos candidatos, Pablo Paredes que –además de tener una vasta trayectoria política– es poeta, guionista, dramaturgo y escritor, premiado en todas partes y además hizo una pega bacán como director de la campaña de Boric. Es joven, está lleno de ganas, conoce a la gente de la industria, ha trabajado en televisión, cine y la rama editorial. Creo que nos hace falta un ministro con esa versatilidad, alguien que sepa cómo se maneja la industria y las necesidades del sector.

Mi otro candidato es Pablo Simonetti. Creo que él dentro del mundo de los escritores chilenos, es un tipo muy preparado, tiene conocimientos de ingeniería, literatura, artes, conoce y se lleva bien con todo el mundo y tiene muy buenas ideas para el ambiente cultural.

Creo que la prioridad, sea quien sea, va a ser la relación con varias áreas. La primera, convertir a la cultura en una industria. Suena frío, pero es la única manera que los artistas tengamos la posibilidad de sortear oleadas como las de COVID-19, que es muy probable que sigan viniendo. La única manera en que el arte y la cultura sobrevivan es asumiendo que somos una industria, nos guste o no. Tenemos que asumir que hay que jugar con las reglas del mercado. Y lo otro, es que yo entiendo que haya artistas y colegas que viven de los fondos, pero esa no es la idea. Creo que todo el mundo debe tener oportunidades de postular y ganar un fondo, pero hay que revisar que no siempre se lo gane la misma gente y darle la oportunidad a talentos emergentes.

No nos sirve un artista: Macarena Concha, productora de cine y TV

El desafío del presidente Boric es reactivar y darle impulso al Ministerio de las Culturas, entendiendo la sensibilidad que hay con el tema y que la cultura es el alma de nuestro país. Por eso, creo que el nuevo ministro o ministra debe tener una vasta experiencia técnica en el desarrollo de los trabajos culturales y de gestión.

Hoy no nos sirve un artista en el ministerio. Si bien puede ser un buen rostro para unificar y diagnosticar, lo que necesitamos es un técnico que tenga los conocimientos del territorio, que entienda las particularidades de cada uno de ellos, que pueda sumar las experiencias a nivel nacional en relación a la gestión artística y que tenga una visión descentralizadora de lo que hoy significa hacer cultura.

Creo que un gestor del mundo de la cultura que tenga experiencia a nivel nacional en el levantamiento y en el impulso de programas sería la persona idónea, con el respeto y el cariño que me merecen los rostros y artistas, pero si no hay experiencia previa, lamentablemente, hoy no deberían ser opción.

Concretar el 1% para cultura: Fernando Lataste, Centro Cultural de Promoción Cinematográfica de Valdivia

La verdad no tengo nombres, pero espero que la próxima autoridad tenga las competencias para terminar la instalación del ministerio aún en proceso. También las habilidades administrativas y conocer bastante el sector, que junto con el de ciencia, debiese ser uno de los más descentralizados de Chile, con traspaso de competencias y recursos a las regiones. Debe tener otras opciones además de la concursabilidad; apoyos más permanentes a proyectos consolidados principalmente de regiones, y finalmente concretar el compromiso del aumento al 1% del presupuesto de la nación, ya que hoy día es un poco más del 0,3%.

Sin embargo, el ministerio también tiene enormes problemas de administración, atraso en los cierres de proyectos, personas con cargas laborales enormes, procesos administrativos apurados, entre otros. Este nuevo presupuesto requiere robustecer institucionalmente el MINCAP, con un profundo eje descentralizador. Si bien puede que no exista la persona que tenga todas estas atribuciones, debe complementarse con un equipo de trabajo que tenga esta orientación.

Dignidad al trabajo artístico: Carlos Cabezas, músico y productor

Más que el quién, quizás se pueden plantear ideas acerca de qué características debería tener la persona a cargo del ministerio. Pienso que debería ser alguien que tenga experiencia en el ámbito y un entendimiento actualizado de lo que significa la cultura y el arte hoy en la sociedad, que va mucho más allá de cómo lo hemos entendido hasta ahora, como por ejemplo, la multiculturalidad desde los pueblos originarios y el encuentro de distintas culturas, distintas cosmogonías. Aprender de esto, fortalece la tolerancia y con ello, la democracia.

Se requiere gran capacidad de diálogo, de gestión y de manejo político para interactuar con los ministerios que se vinculan con la labor del MINCAP. Se necesitan miradas asociativas para dar cuenta de esta nueva visión del espacio que debe ocupar el arte y la cultura en la vida del país. Deben estar integrados en todo el quehacer social, desde cómo hacemos ciudad, cómo hacemos salud mental, cómo nos educamos y reconocemos, cómo le damos dignidad al trabajo artístico y cultural, como a cualquier otro.

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Es ideal también que tenga experiencia en las dinámicas administrativas ministeriales actuales, para poder establecer una ruta clara de hacia dónde queremos llegar como país en arte y cultura. Esto desde un gran diálogo nacional; entender dónde estamos a partir de los datos que hay y a partir de eso definir la ruta.

Cambios significativos: Carla Redlich, ex Seremi de las Culturas de Antofagasta

Creo que el tema no pasa por un nombre sino por ciertas características que debiera tener la nueva autoridad. Si algo hemos aprendido, es que debe haber un entramado de profesionales que impulse una gestión de cambio, descentralizada, territorial, coordinada y con mayor financiamiento.

En este momento lo que sí podría señalar es el perfil que no debe tener esta ministra o ministro: relación con el arte solo desde la academia o una práctica artística individual, comodidad con el aparato neoliberal de financiamiento y escaso o nulo conocimiento del acontecer regional e internacional del ejercicio artístico y cultural, en todas sus capas. 

Mirando el programa del presidente Boric, una de las primeras medidas debiera ser la revisión del aparato burocrático que podría frenar iniciativas como Puntos de Cultura, medida importante que apunta a cambiar las lógicas de financiamiento y visibilización de las prácticas culturales ciudadanas. Esperamos cambios significativos, y la autoridad debe estar a la altura de estos.

Otras formas de apoyo a proyectos: Fernando Godoy, Tsonami Festival de Arte Sonoro (Valparaíso)

Considero que el perfil debe ser político pero artístico al mismo tiempo, para poder articular al ministerio como un espacio relevante y no como ha sido hasta hoy. Alguien que pueda salir de la matriz de pensamiento neoliberal que intentaron imprimir en administraciones pasadas, incapaces de comprender la complejidad del fenómeno y que tienden a utilizar una única narrativa que muchas veces es impropia a parte importante de la producción artística, como las industrias culturales y productos derivados.

Además, se deben generar instrumentos que permitan salir de la excesiva concursabilidad y sus lógicas, para transitar hacia otros modelos. La concursabilidad, aun cuando ha sido una herramienta muy relevante, ha concluido su ciclo y son necesarias otras formas alternativas de apoyo a proyectos y organizaciones que han demostrado ser un aporte a la cultura y las artes en los territorios.

Discutir el presupuesto de Cultura: Karin Cuyul, Pequén Producciones

No tengo nombre respecto de ministro o ministra, sé que andan varios dando vueltas, pero ojalá no sea solamente pensado en un rostro conocido, sino que más bien sea una persona transversal respecto a las distintas disciplinas que va a representar. Lo importante es que esta persona tenga una capacidad de conducción política, más allá de su experiencia artística. Ojalá sea una persona que haya pasado por algún trabajo relevante desde lo político, porque hay un montón de asuntos que está durmiendo en el Congreso, que es urgente sacar adelante, y necesitamos una autoridad que pueda convocar un equipo político para que el ministerio tenga una conducción clara en ese sentido.

Creo que es urgente, en un primer tiempo, hacerse cargo de la crisis post-COVID, y en términos de largo plazo, creo que es importantísimo discutir el presupuesto de Cultura y por otro lado, la crisis de audiencia y público.