Jorge Sharp, popular y correcto: Un día con el alcalde de Valparaíso

Mientras la camioneta sube por los cerros de Valparaíso, Jorge Sharp (MA) apunta por la ventana con orgullo –como quien presume sus medallas– lo limpias que están las calles y los puntos verdes instalados, y rememora la vez que tuvo que acuartelarse en una base de Bomberos del sector de Playa Ancha debido al incendio que lo afectó en enero de 2017, al mismo tiempo que, sin darse cuenta, tararea «Déjame tan solo amar» de Andrés de León.

Con chaqueta, pantalón de vestir y lentes de sol, se dirige hacia Laguna Verde, sector rural de la comuna que él describe como «un pedazo que parece sacado del sur de Chile», para inaugurar una farmacia popular, la primera farmacéutica de la zona que en bus está a 50 minutos del centro. Ahí lo esperan más de 60 personas, entre ellos vecinos, los alcaldes Carlos Cuadrado (PPD) de Huechuraba y Enrique Olivares (PR) de Rauco, un representante del municipio de Recoleta, y una comisión de BioCubaFarma, el grupo estatal cubano que produce medicamentos y equipos médicos.

«Nosotros llegamos en la municipalidad para cambiar la realidad. Y necesitamos que ustedes se sigan organizando porque el municipio es un instrumento para la comunidad. ¡Viva la junta de vecinos! ¡Viva Valparaíso! ¡Y viva Cuba!», grita Sharp.

Cuando termine mayo se cumplirá un año y medio desde que se instaló como alcalde de Valparaíso. Cuando tenía 31 años, el abogado fue la gran sorpresa de las elecciones municipales de 2016 al ganar con un avasallador 53% de los votos, cuando todas las miradas estaban volcadas hacia los candidatos Jorge Castro (UDI) y Leopoldo «DJ» Méndez (PPD), quienes consiguieron un 22% de las preferencias cada uno.

Su victoria incluso fue destacada por el diario británico The Guardian, y desde entonces su administración se ha convertido en una de las más mediáticas debido a la batalla declarada que sostiene con las inmobiliarias de la región, medidas como aplicar «ley seca» en el Carnaval Mil Tambores, y su participación en la Comisión de Seguridad convocada por el gobierno de Sebastián Piñera.

La vida de alcalde

Jorge Sharp llega todos los días a las 07:50 de la mañana al edificio de la municipalidad de Valparaíso ubicado en la calle Condell, a una cuadra de la Plaza de la Victoria, y se va a eso de las 21:00 de la noche. Sus días como alcalde son agitados y en una misma jornada, como la del pasado viernes, corre junto al chofer que lo traslada desde una reunión con el concejo municipal a otra con dirigentes de la comuna, a una entrevista en la radio, a un almuerzo y a un acto público.

«Para tantas cosas que hay que hacer faltan horas en el día, y días en la semana. Tratamos de vivir todos los días con la máxima intensidad, aprovechando cada minuto», cuenta él.

La comitiva cubana llegó hasta Laguna Verde luego de que, hace un mes, la Asociación Chilena de Farmacias Populares (Achifarp) –integrada por los alcaldes Daniel Jadue (PC), Germán Codina (RN), Carlos Cuadrado (PPD), Enrique Olivares (PR) y Sharp– firmara un convenio de colaboración con BioCubaFarma para abastecer con medicamentos y dispositivos médicos de precios más económicos el modelo de establecimiento impulsado por el alcalde de Recoleta.

Y en el lugar, Sharp se divide entre conversaciones con los vecinos, quienes le piden fotos, le agradecen por la farmacia ­–que fue una iniciativa promovida por la junta de vecinos–, y le cuentan de otras problemáticas como la falta de alcantarillado o la baja frecuencia del transporte público. Y hasta un pie de cueca baila con una de las vecinas, aunque luego se ríe de sus escasas habilidades: «Zafé no más».

Reconoce que el baile no es lo suyo y menciona como ejemplo el popular video que se viralizó hace unos meses y en que aparece con la entonces presidenta, Michelle Bachelet: ella se luce al ritmo de «Un año más», mientras él deja en claro que lo suyo es la política. Además, confiesa que para la inauguración de las ramadas oficiales de Valparaíso tuvo que practicar en su casa en los días previos.

Los actos públicos a los que asiste se llenan, como ocurre más tarde en la reunión de un Comité de Vivienda en el cerro Placeres en el que participaron más de cien personas, por eso, desde su equipo explican que evitan que realice más de un acto público a la semana. Los asistentes valoraron su presencia –muchos lo habían visto sólo en televisión y por primera vez se encontraban con él en vivo– y lo calificaron como «buen mozo», «habiloso», y con «buenas ideas para ser tan jovencito».

Él, en tanto, se refiere a su evaluación sobre el tiempo que lleva como alcalde, y cuenta que lo más difícil para él ha sido «construir equipos con la orientación de creer que lo que estamos haciendo es un proyecto que no busca solamente el estado en que se encuentra la ciudad sino que busca cambiar dicho estado», debido a que «las municipalidades están hechas para que todo siga estando exactamente igual en las ciudades».

Un chico tranquilo

Jorge Sharp hoy tiene 33 años y nació en Punta Arenas, ciudad en la que vivió hasta los 18, cuando se trasladó hasta Valparaíso para estudiar Derecho en la Pontificia Universidad Católica de esa ciudad.

No es introvertido, conversa harto y suele tirar bromas, pero no le gusta mucho hablar sobre él como sí lo hace al conversar sobre política, y se nota en su tono de voz y la forma en que se explaya. Su interés se remonta a la época escolar, cuando resultó electo en el centro de estudiantes del Liceo San José, y durante esos mismos años inició su amistad con Gabriel Boric (MA), que iba en el Colegio Británico, y a quien conoció en medio de la «reconfiguración de la organización secundaria».

Quienes trabajan con él cuentan que es hogareño y que no sale mucho, y ante la etiqueta de ‘trabajólico’, él aclara: «Pienso que somos unos apasionados en lo que hacemos porque sabemos que tenemos poco tiempo y siempre hay que hacer muchas cosas. Por eso cada hora, cada minuto y cada semana cuenta como si fuese el último».

En su tiempo libre, Jorge Sharp cuenta que lo que más le gusta es «estar con mi compañera y hacer una vida lo más normal posible con ella: ir al cine, cocinar, ver alguna serie de Netflix». «Acabo de terminar ‘La Segunda Guerra Mundial en Color’ y la recomiendo, es muy buena, y ahora estamos viendo ‘La Casa de Papel’. No me entusiasmó, pero no teníamos nada más que ver. Y la última película que vimos fue ‘Avengers: Infinity War’, es buena buena pero no voy a hacer spoilers», agrega.

También la música ha sido un elemento importante en su vida desde siempre. Por influencia de su padre, pero él también tuvo un conjunto en la universidad que se llamaba «Los Cuatro Bolívares» y que tocaba folclor chileno. «En general tengo los mismos gustos que hace cinco años atrás, he evolucionado poco. Música chilena escucho la Nueva Canción Chilena, Inti Illimani, Quilapayún, me gustan harto los boleros. No es chileno pero igual en Valparaíso se escuchan harto los tangos. The Beatles, la música del rock de los 60», explica.

Futuro en política

En general, los videos protagonizados por Sharp se viralizan en redes sociales, y el más reciente fue el que lo muestra participando de la marcha feminista convocada para el pasado miércoles 16 de mayo, luego de que un grupo de manifestantes le pidiera que se sumara. Eso sí, él prefiere marcar cierta distancia sobre quiénes deben tener el protagonismo en las movilizaciones.

«Yo quiero simplemente agregar que las mujeres no necesitan ningún hombre que actúe como su vocero ni tampoco autoridad alguna. Hoy día lo que nos corresponde a los compañeros, a los hombres, es el de acompañar y escuchar, revisar con profundo espíritu autocrítico el cómo hemos ido –desde nuestra vida privada y en el espacio público– reproduciendo con nuestro actuar, precisamente eso que hoy día las mujeres en Chile están diciendo que no quieren más», dice.

A eso de las siete de la tarde, Jorge Sharp explica frente al comité de vivienda que lo único que puede hacer el municipio, en el caso de ellos, es presionar al Serviu para que derogue el PREMVAL (Plan Regulador Metropolitano de Valparaíso), la normativa que les impide avanzar en la compra de un terreno y construir sus propios hogares. El proceso se ha extendido por dos años y creen que van a tener que esperar por dos más antes de que sus planes se concreten.

A propósito de eso, Sharp aprovecha de referirse al conglomerado que integra y cómo ve los casi tres meses en el Congreso que cumplirán sus parlamentarios: «El Frente Amplio tiene que ser capaz de entender que el malestar que existe hoy en día no está sólo radicado en aquellos sectores más politizados que hacen una crítica al modelo, sino que está también puesto en amplios sectores de la población, en una lógica de frustración individual, de sentir indignación y molestia. Y como referente político y social, el Frente Amplio debe ser capaz de interpretar a ese chileno a esos chilenos,  que es en parte de lo que, a mi juicio, hizo Piñera en segunda vuelta porque logra conectar con ese malestar».

Al terminar el encuentro, uno de los asistentes le dice en broma al alcalde que elija si es «magallánico o chumango» (ave rapiña y término despectivo con que la gente del norte se refiere a los oriundos de Magallanes). Y antes de irse, Sharp retoma el asunto al asegurar que su lazo más estrecho es con la comuna y que sin duda pretende competir por la reelección en los próximos comicios. Y aunque entonces superará los 35 años y podría optar a ser candidato a la presidencia, él afirma: «Yo creo que nuestro desafío es transformar el país, pero creo que, en lo personal, tengo un vínculo que nunca se va a destruir con Valparaíso. Estoy viviendo el día a día y mi prioridad 1, 2, 3, 4, 5 y 6 va a ser siempre Valparaíso».