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Las críticas y reparos de las mujeres al proyecto Sala Cuna Universal que Piñera insiste en aprobar 

Por: Meritxell Freixas @MeritxellFr | Publicado: 21.08.2019
Las críticas y reparos de las mujeres al proyecto Sala Cuna Universal que Piñera insiste en aprobar  sala cuna universal |
Sindicatos de mujeres trabajadoras critican el proyecto propuesto por el Ejecutivo: desde la entrega de una subvención insuficiente, hasta los beneficios para los grandes empresarios o el riesgo de crear un ente administrador similar a las AFP para gestionar los fondos destinados a la educación infantil. El texto acumula más de 80 indicaciones y está trabado, desde hace más de un año, en la Comisión de Trabajo del Senado, pese a la insistencia del presidente Piñera en que se avance para su aprobación.

Fue uno de los proyectos estrella de la famosa Agenda Mujer, impulsada por el presidente Sebastián Piñera en medio de la movilización estudiantil feminista que sacudió al país entero en mayo del año pasado. Junto con otras 11 propuestas, el proyecto de ley de Sala Cuna Universal (que crea el beneficio social de educación en el nivel de sala cuna) formó parte del despliegue de iniciativas que el mandatario y la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá, plantearon ante el clamor ciudadano –insistente y a gritos– de más avances en los derechos de las mujeres.

La iniciativa busca derogar el artículo 203 del Código del Trabajo, que obliga a las empresas con 20 o más trabajadoras a pagar salas cunas, y reemplazarlo por un Fondo Solidario que subsidie el cuidado de los menores de dos años cuyos padres sean trabajadores. Aunque ingresó a la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado el 17 de agosto de 2018 —más de dos meses después de su anuncio— y el Presidente esperaba que se aprobara en el plazo de un mes, hoy aún se encuentra en primer trámite constitucional, entrampado en la Cámara Alta. Eso, pese a los reiterados llamados a su aprobación que, sobre todo en las últimas semanas, ha lanzado el mandatario a los parlamentarios.

Desde la Sala Cuna de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), el 8 de agosto del pasado año Piñera firmó el proyecto y anunció que gracias a esta propuesta cerca de 250.000 mujeres podrían incorporarse al mundo del trabajo. “Le va a permitir a todos los niños y a todas las madres y padres trabajadores, poder acceder a una sala cuna de calidad”, dijo entonces el mandatario.

La ministra Plá se refirió al texto como “uno de los proyectos más importantes para el gobierno del presidente Piñera”, mientras que el senador Andrés Allamand (RN), integrante de la comisión de Trabajo, colocó el impacto de este proyecto por encima del que tuvo el post natal de seis meses del anterior gobierno de Sebastián Piñera.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de junio de 2018, la participación laboral femenina alcanza un 49% mientras que la masculina que supera el 70%. Ante estos datos, los ministerios de Trabajo y de la Mujer estiman que esta reforma aumentaría en un 1,7% la participación laboral femenina, generando un crecimiento de 0,9 puntos porcentuales del PIB.

agenda mujer

/ Agencia Uno

Abaratar costes a los grandes empresarios

Pese a las buenas proyecciones que el Ejecutivo vaticina con la implementación de la “Sala Cuna Universal”, la propuesta no logra salir de las paredes de la Comisión de Trabajo del Senado. Aprovechando las celebraciones del Día de Niño, Piñera instó de nuevo a los senadores a aprobar el proyecto, pero aún son varios los flancos que traban su avance legislativo.

El texto ha acumulado más de 80 indicaciones y varios sindicatos de mujeres han levantado la voz para rechazarlo. Este lunes algunas de sus representantes –tanto del sector público como privado– llegaron hasta La Moneda para entregar una carta dirigida al presidente para refutar su iniciativa porque consideran que “no garantiza el derecho a sala cuna universal y genera discriminaciones inaceptables”. Entre ellas mencionan, por ejemplo las diferencias entre trabajadores del sector público y del sector privado “al imponer beneficios diferenciados acorde a la dependencia laboral legal”.

Si bien las dirigentas reconocen avances con la eliminación del requisito de un mínimo de 20 mujeres por empresa para que el empleador provisionara ese derecho y la incorporación de las trabajadoras independientes, se desmarcan con dureza de varias de las propuestas que establece el proyecto del Ejecutivo. Las principales objeciones quedan resumidas en el siguiente párrafo de la misiva: «Consideramos inaceptable que, además de otorgar una subvención del todo insuficiente para el pago de la sala cuna por cuanto los precios de mercado son sustantivamente superiores, que dicha subvención sea financiada con un aporte del 0,1% del salario de las y los trabajadores beneficiarios de cargo del empleador respectivo, aporte que iría a un fondo administrado por una entidad privada ‘sin fines de lucro’, de características similares a una AFP y que igualmente sería fiscalizada por la Superintendencia de Pensiones, institución cada día más desprestigiada ante los ojos de la ciudadanía».

La dirigenta de la Confusam, Carolina Espinoza, explicó a El Desconcierto que el proyecto contiene «harta parafernalia y mucha letra chica que blinda al empresario de la responsabilidad que tiene de entregar el derecho a sala cuna». Según ella, se creará un fondo «que denominan solidario» porque se financiará con el 0,1% imponible de los trabajadores y trabajadoras en activo y con aportes estatales procedentes de parte del excedente del seguro de cesantía. Según el Informe Financiero del proyecto de ley, el Estado destinará un total de 225.792 UTM anuales a financiar este beneficio. «Es una forma de abaratar costes a los grandes empresarios», asegura la líder sindical. «Lo que hoy gasta una empresa para entregar el cuidado infantil a sus mujeres con hijos de menos de dos años es más que lo que va a significar aportar el 0,1% de la renta de sus trabajadores», asegura.

El ente administrador, «problema neurálgico»

245.000 pesos por trabajador o trabajadora con hijos menores de dos años a su cargo es la cifra establecida en el texto legal en discusión. «Para nosotras es un voucher que está por debajo del valor promedio de lo que cuesta una sala cuna en Chile, que está por sobre de 300.000 pesos», critica Espinoza. Precisamente, una de las indicaciones en discusión es que no puedan exigirse «copagos complementarios» a los beneficiarios para cubrir los 55.000 pesos de diferencia que no pagará el fondo. Para la dirigenta de la Confusam estos recursos servirán, en última instancia, para «financiar sala cunas del mundo privado y convertir la educación inicial en una fuente de negocio». La encargada de la Vicepresidencia de Mujer y Género de la ANEF, Marcia Lara Acuña, lamenta que con este tipo de políticas se fomenta que «ocurra con la educación inicial lo mismo que con el resto de la educación pública». Y sentencia: «La mataremos a través de la subvención».

Otro «problema neurálgico», según Lara, es el ente administrador de este fondo. El proyecto establece que sea administrado por «una sociedad anónima constituida en Chile o agencia de una extranjera constituida en Chile». Sin embargo, Espinoza pronostica que, de ser así, «va a funcionar con las mismas reglas de las AFP de hoy y podrán convertir estos capitales en instrumentos financieros». Una de las indicaciones al proyecto propone que no sea una sociedad anónima, sino que sea un ente público el que actúe como administrador, un modelo que imitaría la propuesta planteada para la gestión del 4% extra de las AFP. Para las sindicalistas, el Instituto de Previsión Social (IPS) podría ser un administrador válido porque «fortalecería el Estado y evitaría que se lucre», precisa Lara.

Otros peros al proyecto que las representantes de los y las trabajadoras hicieron públicos son que no beneficia a la totalidad de las mujeres trabajadoras con hijos menores de dos años –»si tu jornada laboral es de menos de 30 horas, accedes a dos tercios del beneficio; y si es menor de 15, no lo recibes», dice Lara– y que tampoco se hace cargo de la «brecha» existente entre el fin de la sala cuna universal a los dos años y el ingreso del niño al mundo escolar.

«Guarderías más que sala cunas»

Las opositoras al proyecto temen que la iniciativa se convierta en «una fuente de recursos para crear guarderías más que sala cunas», sospecha Carolina Espinoza, algo que, según ella, «no tiene que ver con la pelea que hemos dado como ciudadanía de educación pública de calidad». Su principal rechazo pasa por el planteamiento de fondo de la iniciativa: «Nace desde una concecpción de mercado desregulado, de seguro y no de derechos, centrándose en la incoroporación de las mujeres al mercado de trabajo y no en los derechos de los niños y niñas una educación de calidad», apunta.

La líder sindical reflexiona: «Quisiéramos que nuestro país se planteara un sistema de cuidado infantil de verdad universal, pensando en la importancia que tiene la estimulación temprana de nuestros hijos e hijas a efectos de generar una sociedad con mayor igualdad y oportunidades para todos».

Si ayer lunes emplazaron al presidente, este martes le tocó a la ministra Plá acoger los reclamos de las mujeres, encabezadas por organizaciones de la Educación (Fech, Confech, Feuc, Aprojunji, etc.) y la Coordinadora 8M, entre otras. Mientras, mañana miércoles se retomará en el Senado el estudio de las indicaciones formuladas al proyecto de ley. Eso sí, aún sin previsión de una fecha para despacharlo.

Lee aquí la carta de las mujeres dirigida al presidente Sebastián Piñera:

Carta presidente Piñera en contra proyecto «Sala Cuna Universal» by el desconciertocl on Scribd

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