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El ex director del SII desestimó los argumentos de quienes sostienen que un impuesto de este tipo generaría una «fuga de capitales» hacia el extranjero, explicando que dada su excepcionalidad, esto no debiese ocurrir. Jorratt planteó lo mismo frente a la idea de que «el resto del mundo está bajando los impuestos», al explicar que eso es así, pero porque en esos lugares habían impuestos altos en el pasado, algo que no ha ocurrido en Chile, por lo que tildó estas premisas de «absurdas».
«Tenemos una tarea pendiente en el sistema tributario«. Esa es la conclusión a la que llegó el ex director del Servicio de Impuestos Internos (SII), Michel Jorratt, en el seminario sobre el proyecto de ley de Impuesto a los Súper Ricos, que organizó y transmitió el pasado jueves El Desconcierto.
En la instancia, en la que participaron además la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa; la diputada del PC e impulsora del proyecto, Karol Cariola; y el doctor en Economía del MIT, Andrés Solimano, Jorrat comenzó haciendo una evaluación del sistema tributario chileno, explicando las últimas reformas que se han realizado, y concluyendo que nuestro sistema tributario «tiene mucho por mejorar».
Jorratt recordó que la última reforma que se realizó fue en 2014 y aspiró a convertir nuestro sistema tributario en un progresivo, pero finalmente no lo logró.
La reforma «no salió como se pretendió que saliera«, señaló Jorratt. Y explicó que las pretensiones de progresividad fueron matizadas cuando se incluyó la idea de un sistema «integrado», lo que terminó restándole poder a la ley.
«Ha sido útil, porque funciona como disuasivo, como inhibidor, pero en la práctica no hay ni un sólo caso en que se haya usado la nueva legislación. Y eso es porque para aplicar la norma anti elusión, se le debe pedir permiso a un juez tributario, lo cual lo hace mucho más engorroso», detalló el ex director del SII.
Gracias a esta ley, agregó Jorratt, «estamos como volviendo a lo que había antes de la reforma del 2014».
Una vez realizado este diagnóstico, procedió a hacer una serie de recomendaciones para que nuestro sistema tributario sea más progresivo.
«Levantar el secreto bancario es una de las herramientas que le faltan al sistema tributario en Chile, y que podría hacer una gran diferencia», propuso.
Luego, en esa misma línea, agregó que «abordar de frente el tema de la evasión, puede ser un elemento muy importante».
«Uno de los problemas que tenemos y que hay que hacerse cargo es justamente de la evasión tributaria. Hoy día tenemos impuestos progresivos, que no se pagan como debieran pagarse, entonces una principal preocupación debiera ser que las personas paguen lo que tienen que pagar», propuso.
En esa línea, reveló que según estimaciones que está realizando para una publicación académica, «en Chile la evasión entre IVA e Impuesto a la Renta es en torno al 7 u 8% del PIB. Eso es mucho. Uno sabe que la evasión nunca va a ser cero, pero reducir esa evasión a la mitad sería un aporte súper importante a las arcas fiscales».
Finalmente, en lo respectivo a las herramientas del SII, sostuvo que «hay ciertas contradicciones» que debiesen ser corregidas, como por ejemplo que «hoy en Chile es más fácil que una administración tributaria extranjera consiga datos de una persona que tenga platas en Chile (no residente) a que el SII lo haga».
Respecto de este tema en particular, Michel Jorratt se mostró favorable a la idea, y desestimó los argumentos de quienes afirman que este impuesto haría que las personas que tienen grande capitales, saquen el dinero del país.
«No creo que tenga un efecto de fuga de capitales, porque es un impuesto excepcional. Pero es increíble, me han llegado dos invitaciones para seminarios sobre cómo establecer un domicilio fiscal en Uruguay, Paraguay, etc. Creo que hay mucho de asesores tributarios que ven aquí una oportunidad de negocios, porque sería muy raro que un impuesto de una vez tuviera ese efecto«, dijo.
Asimismo, criticó el argumento de que «la tendencia» mundial sería la de reducir impuestos, en vez de la de aumentarlos.
«Cuando nos dicen ‘pero cómo vamos a aumentar impuestos si todos los países están bajándolos’, eso es un ejemplo medio absurdo, porque claro, lo están bajando, pero porque tenían cargas tributarias muy superiores a las chilenas. De hecho, Chile es el segundo país con la carga tributaria más bajas de los países de la OCDE, después de México», planteó.
En ese sentido, Jorratt terminó su intervención concluyendo que, más allá de «esta iniciativa puntual, creo que necesariamente tenemos que pensar en cuál va a ser el sistema tributario que queramos tener al futuro, y que signifique elevar la carga tributaria que Chile debiera tener«.
En la instancia en sí, los expositores Bárbara Figueroa, Karol Cariola y Andrés Solimano, se refirieron desde sus distintas áreas al tema.
Así, desde la CUT, Figueroa comenzó realizando un diagnóstico respecto del desempleo y la desocupación, afirmando que «un tercio de la fuerza laboral, casi 3 millones de trabajadores, han sido desplazados de sus puestos de trabajo«, de los cuales, 1,8 millones serían trabajadores que quedaron cesantes. El resto, estaría suspendido bajo la Ley de protección de empleo, o estaría impedido de trabajar por las condiciones sanitarias.
Sobre esta realidad, Figueroa fue tajante y afirmó que no se debe a la pandemia, sino a la forma en la que se ha afrontado la crisis.
«No es que nosotros nos estemos enfrentando a este debate desde cero, no cabe duda de que a nivel mundial se preveía un escenario de crisis económica, esto venía (…) por lo tanto las respuestas de los países dicen mucho de cómo transformar esto, primero transformarlo en una crisis exclusivamente sanitaria, o transformarlo en una crisis social y económica. Y en nuestro país, lo que ocurrió fue que el gobierno actuó de manera tardía, con respuestas poco eficientes, y que no fueron vinculadas a generar o mantener la capacidad de liquidez y solvencia de las pymes, y eso evidentemente que hoy día nos está generando un cuadro muy crítico», sostuvo.
Por su parte, el asesor regional de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL), Andrés Solimano, se refirió a las experiencias internacionales en materia económica, y expresó que «vivimos en una época de extrema desigualdad» que además, se caracteriza por tener marcados tintes de una plutocracia.
«Esta desigualdad no es una desigualdad que los súper ricos están haciendo negocios, y le dejan la política a los políticos, no. Ellos no sólo capturan los activos, sino que llegan a posiciones altísimas del sistema político«, mencionando como ejemplos al italiano Silvio Berlusconi, al estadounidense Donald Trump y al mandatario chileno, Sebastián Piñera.
Una de las promotoras de la iniciativa, la diputada del PC Karol Cariola, explicó por su parte que «el 0,1 % de la población adulta de nuestro país más rica, concentra el 34% de la riqueza privada. Eso nos habla de que un tercio de la población, que no es más que un 0,1% de ella, concentra la mayor parte de los recursos».
Ante esto, «y escuchando además a la CUT, es que llevamos adelante esta iniciativa desde Partido Comunista», agregó Cariola, recordando que el proyecto supone una tasa impositiva única de 2,5% en relación a los grandes patrimonios, que alcanzaría a quienes tengan más de 22 millones de dólares, o sea, unas 1.500 personas.
«Estimamos una recaudación efectiva del orden de los 4 mil a 6 mil quinientos millones de dólares«, sostuvo la diputada, proponiendo que con estos recursos se implementase un Ingreso Básico de Emergencia que se entregase no sólo en el Estado de Emergencia, sino también «en el proceso de desconfinamiento».
Esto, ya que «hay familias que se van a tener que salir de este proceso y que no tienen hoy día cómo garantizar que van a tener siquiera los recursos mínimos para poder movilizarse, para ir a buscar trabajo, para pagar la micro, que es algo tan básico en función de necesidades fundamentales», añadió la parlamentaria.
