Al lado de una transitada vía en la comuna de La Reina en Santiago, cerca del mall Plaza Egaña, merodeó esta semana un Zorro Chilla. Es un fenómeno poco común ver a estos cánidos en centros urbanos, pero tiene una explicación: la expansión urbana cada vez más cerca de su hábitat.
“El problema no está en que el zorro haya salido de su hábitat para ir a esta zona, sino que la población humana ha crecido tanto que se ha ido acercando hacia la zona donde habitan los zorros”, explica el especialista en zoología y biólogo de la Universidad Católica de Valparaíso, Sebastián González.
Agrega como ejemplo que en distancia lineal hay 5 kilómetros entre el lugar donde fue visto el zorro y los parques precordilleranos Mahuida o Aguas de San Ramón.
Según el investigador, el crecimiento de las ciudades y la deforestación han ido entrometiéndose cada vez más en el hábitat de estos animales y fragmentándolo, lo que motiva a los zorros a acercarse a zonas urbanas.
Se trata de una amenaza a la que se enfrentan diferentes especies de la zona central del país, que es donde se concentra gran parte de la población. Conservar y restaurar corredores biológicos que permitan a la fauna moverse de forma segura es uno de los llamados para esta situación.