Al contrario de lo que se podría asumir, un invierno lluvioso aumenta el riesgo de incendios para el verano, ya que ayuda a germinar pastizal, que con las altas temperaturas se seca creando una capa de combustible que ayuda a propagar el fuego.
Por esta razón, ya se había anunciado un esfuerzo conjunto entre Conaf y otros ministerios para crear cortafuegos y despejar los alrededores de rutas y carreteras del país. Esta semana se anunció que ya quedaron preparados para la temporada de incendios más de 3.000 kilómetros en 27 autopistas desde la región de Tarapacá hasta la de Los Lagos.
El anuncio se hizo en la ruta 68 que une Santiago con Valparaíso, que cada 8 de diciembre se cierra para autos y se llena de peregrinas y peregrinos que celebran a la Virgen de la Inmaculada Concepción en el santuario de Lo Vázquez en Casablanca.
Casi todos los incendios forestales que ocurren en Chile son provocados por acción humana, por lo que aquellos lugares donde las personas interactúan con las áreas de vegetación son los de mayor riesgo, incluyendo las zonas de interfaz urbano rural y las carreteras y autopistas.
Estrategia multidimensional
El despeje de rutas y autopistas es parte de un esfuerzo integral que realiza el Gobierno este año ante la temporada de incendios, y que también contempla la creación de más de 3.000 kilómetros de cortafuegos que ya se están realizando a lo largo del país alrededor de infraestructura crítica como tendido eléctrico u hospitales.
Se trata de estrategias de prevención que se suman a otras como la capacitación en escuelas rurales sobre prevención de incendios, donde se enseña a las comunidades educativas a crear cortafuegos, alejar material combustible de las casas, cortar y regar el pasto y otras acciones que también pueden implementar en sus hogares.
Cabe recordar que el último verano fue una de la segunda temporada de incendios más destructiva desde que se tienen registros en el país, con más de 400.000 hectáreas afectadas.