En abril de 2023 el Comité de Ministros aprobó el proyecto para ampliar las operaciones de la mina Los Bronces de Anglo American en la cordillera entre las regiones Metropolitana y de Valparaíso, despertando fuertes críticas de comunidades locales y defensores ambientales.
Ante la decisión, cuatro agrupaciones presentaron reclamaciones ante el Tribunal Ambiental, solicitando que se retrotraiga la decisión y se vuelva a evaluar el proyecto contemplando el impacto a los glaciares de la cordillera, que son de las últimas fuentes de agua para la zona más poblada del país.
Ahora, once consejeras y consejeros regionales de la Región Metropolitana se sumaron a las reclamaciones de la comunidad. Se trata de Sofía Valenzuela, Cristina Soto, Leonardo Jofré, Karina Ramos, Paola Chávez, Camila Navarro, Romina Montenegro, Camila Rocha, Omar Antileo, Jazmín Aguilar y Carolina Oteiza.
“Acá vive más del 40% de la población del país y en este contexto, como Consejo Regional rechazamos la ampliación de la minera Los Bronces, pues entre varios factores, en el proceso de evaluación ambiental su área de influencia fue subestimada, dejando fuera 85 glaciares de nuestra cordillera”, explica una de las consejeras reclamantes, Sofía Valenzuela.
Esto consolida una posición contraria al proyecto dentro del Gobierno Regional Metropolitano, por la preocupación sobre el abastecimiento de agua potable de la región. Ya el gobernador Claudio Orrego ya se había manifestado en contra de la decisión en su momento.
Reclamos
Según los reclamantes, la evaluación del proyecto no estudió el impacto de la actividad minera sobre 85 glaciares que están en el entorno ni sobre la subcuenca del río Mapocho y el Aconcagua. Tampoco contempló factores climatológicos como las condiciones de escasez hídrica y sequía en ambas regiones.
Esto se suma a otros reclamos sobre las medidas de compensación ofrecidas por la empresa ante la contaminación que se generará en el aire, que según las comunidades son insuficientes.
El principal problema de la minería para con los glaciares es la emisión de carbono negro y material particulado que se deposita sobre la superficie de estos, oscureciéndola y acelerando por tanto la absorción de calor y el derretimiento del agua.
«Estamos hablando de un proyecto que no se hace cargo de la grave situación climática que enfrentamos, sin entender el funcionamiento de una cuenca y cómo los impactos aguas arriba van a afectar todo un sistema de vida aguas abajo, poniendo en riesgo las condiciones hídricas del país para los próximos años y afectando a muchos glaciares que ni siquiera considera dentro de su área de influencia”, señala Macarena Martinic, abogada de ONG FIMA y representante de las partes reclamantes.