Organizaciones como Greenpeace han hecho virales las fotografías que dan cuenta de las toneladas de plástico que genera la industria de la pesca industrial y la acuicultura, y que queda depositado en los fiordos y mares de la Patagonia.
Ahora, una iniciativa chilena de la empresa Atando Cabos limpia los mares del sur, rescatando redes y boyas plásticas para convertirlas en colectores de agua de lluvia para construcciones civiles. El material, hecho 100% de plástico reciclado, soporta hasta 42 toneladas de peso por metro cuadrado.
Para lograr esta revalorización, fue necesario someter el material a un proceso, ya que el plástico reciclado trae impurezas y contaminantes que cambian sus propiedades y resistencia.
Para lograrlo, se unieron a la empresa química alemana BASF, para testear aditivos que mejoran las características del plástico reciclado. Los materiales generados han sido usados por empresas de ingeniería y constructoras del país.