Publicidad

Identifican «cactus madre» que habilita la supervivencia de 18 especies del desierto

Publicado: 19.01.2024

Publicidad

No solo de competencia se basa la naturaleza para sobrevivir, sino también de colaboración, y cada vez crece más la evidencia sobre las interacciones positivas entre especias. En ese contexto, un grupo de investigadores identificó una especie de cactus que funciona como “madre” para 18 especies en el desierto.

Se trata de Puscaya o Maihuenoiopsis camachoi, una cactácea altamente resistente a la aridez del desierto de Atacama que se convierte en un pequeño oasis para decenas de especies que viven sobre ella.

Este cactus, presente entre los 2800 y 3800 metros de altura, tiene forma de cojín y destacan sus delgadas espinas y sus flores amarillas. Arriba de ella, arbustos como el cachiyuyo o el Baccharis tola logran sobrevivir cientos de metros más arriba de lo que podrían soportar por su cuenta.

¿Por qué eligen esta planta?

Según la hipótesis de las y los investigadores, un factor protector importante de la Puscaya es servir como amortiguador térmico para especies menos tolerantes al frío o a los cambios bruscos de temperatura, aspecto que pudieron observar instalando sensores de temperatura dentro y fuera del cactus.

También observaron que algunas especies de plantas pequeñas crecen dentro de la cactácea, donde además de amortiguar las temperaturas, “se genera un ambiente más adecuado para retener la humedad, y con espinas que sirven de defensa contra depredadores, creando una pequeña incubadora.

El estudio también analizó las plantas a nivel molecular, observando que en las especies que se asociaban al cactus, disminuían las moléculas relacionadas con estrés hídrico, lo que significa que invierten menos energía en adaptarse a la sequía, y pueden usarla para otras funciones.

Plantas madre

En distintos ambientes existen especies vegetales que facilitan el crecimiento y desarrollo de otras especies. Se les llama “especies nodrizas” y son “clave en la resiliencia de comunidades y en promover la biodiversidad”, explica Francisca Díaz, científica del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), y subdirectora del núcleo milenio AFOREST, que lideró la investigación.

El fin de la investigación es aumentar el conocimiento sobre las interacciones entre especies que permiten el desarrollo de ecosistemas, para instruir la toma de decisiones ambientales en el contexto de cambio climático y crisis de pérdida de biodiversidad.

Publicidad
Contenido relacionado

Casi $1.000 millones de multa al puerto de Antofagasta por no limpiar metales pesados

De talleres a podcasts: Ofrecen $7 millones para mini proyectos ciudadanos que protejan los ríos

Publicidad