Serena Williams, quien en su carrera ganó 23 títulos de Grand Slam y es considerada como la mejor de la historia del tenis, impactó a todos al anunciar su retiro de la actividad a sus 40 años.
Mediante una carta abierta publicada en la Revista Vogue, la deportista estadounidense expresó que “estoy aquí para decir que estoy evolucionando del tenis a otras cosas que son más importantes para mí«.
Una de esas son sus deseos de volver a ser madre, luego de un complicado embarazo de su primera hija, nacida en 2017 y que padeció embolismo pulmonar.
“Estaría ahí jugando y ganando mientras mi esposa está haciendo el trabajo físico de ampliar nuestra familia. Quizás hubiese sido más un Tom Brady (la estrella del fútbol americano) si hubiese tenido esa oportunidad. Y que no se me malentienda: me encanta ser una mujer y amé cada segundo del embarazo de Olympia”, continuó.
La tenista, considerada la mejor de la historia y que cumplirá 41 años a finales de septiembre, confesó que Olympia quiere una hermana y que «a veces, antes de irse a la cama, reza para que le traiga una hermana. (¡No quiere para nada un niño!)».
También reconoció que, a diferencia de otras deportistas que dejaron el tenis cuando sintieron que era su momento, su retirada de la competición no supone una alegría personal y siente «un gran dolor» por tener que elegir entre su carrera profesional y su vida personal.
«Me encanta ganar. Me encanta batallar. Me encanta entretener. No estoy segura que todos los jugadores lo ven así, pero me encanta el aspecto de actuación, ser capaz de entretener a la gente semana tras semana», cerró.