Tras ser despedido en abril de 2022, el exjefe de los árbitros del fútbol chileno, Javier Castrilli, interpuso una demanda, acusando que se vulneraron sus “derechos constitucionales” al ser despedido en medio de una gran polémica por el partido de Copiapó y Huachipato.
En esa ocasión, el árbitro Francisco Gilabert aseguró que cobró un penal a favor de Huachipato debido de “presiones” desde Santiago.
Ante las graves acusaciones, la ANFP buscó suspender a Castrilli, quien se negó por lo que fue despedido.
En ese contexto, el argentino demandó a la institución del fútbol nacional, liderada por Pablo Milad.
“Me encontré con un grupo de personas que a través del tiempo se enquistó en el poder arbitral y manejaba practicando la cultura del nepotismo y las relaciones a través de su cultura del amiguismo”, acusó Castrilli en su salida del cargo.
Pues bien, tras casi un año de investigación, el Primer Juzgado de Letras de Santiago dictaminó que la ANFP sí incurrió en un “despido injustificado”, por lo que deberá indemnizar a Castrilli por un monto de $147.802.885.
“Se rechaza la excepción de finiquito, se acoge la demanda por despido injustificado y vulneración de derechos fundamentales. Se acoge la demanda por daño moral”, señala el escrito detallado por el periodista de 24 Horas Deporte, Rodrigo Arellano.
Al respecto, el abogado de Castrilli, Diego Sobarzo, aseguró en conversación con Radio ADN que “es una buena sensación, no por los montos propiamente tal. Lo que se estaba demandando era un despido vulneratorio de derechos fundamentales. Se accede a eso, específicamente por el derecho a la honra”.
En ese sentido, expresó que “para nosotros es una sentencia muy decidora, pues condena al máximo y otorga un adicional, como lo es el daño moral”.