Esta semana el Museo del Estallido Social, ubicado en pleno Barrio Bellavista y a pocas cuadras de la Plaza de la Dignidad, epicentro de la revuelta popular, abrió sus puertas al público.
Este proceso fue una especie de ‘Big Bang’ que generó una explosión de creatividad y la necesidad de expresarse y comunicar a través del arte, sentimientos, dolores, memoria y la esperanza callados por años.
Así fue como en las calles, avenidas y plazas de nuestras ciudades, en el espacio público ahora reapropiado por la gente, se fueron sucediendo variadas y multiformes expresiones artísticas.
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En este marco, nacieron figuras ícono que rápidamente fueron integradas y se hicieron parte de la cultura popular, como el negro Matapacos.
Pero los muros fueron un espacio privilegiado de acogida del estallido visual, plasmándose en ellos imágenes y mensajes con sentido, que piden al mismo tiempo justicia, igualdad y dignidad.
Estas mismas imágenes, algunas de las cuales ya han sido borradas en las calles, ahora pueden ser visitadas en el museo, donde convergen distintos artistas y colectivos de arte callejero, que le otorgan un sello único al lugar. Una visualidad que sintetiza el sentimiento de la calle y el espíritu de la revuelta social.
El museo abrió sus puertas de par en par para acoger a los y las protagonistas del estallido: la gente común, el pueblo. Una gran asistencia de más de 150 personas, quienes fueron ingresando por grupos reducidos y cumpliendo todos los protocolos sanitarios.
La dirección es Dardignac 0106, esquina de Constitución, Barrio Bellavista, Santiago.
El horario de visita es martes a viernes de 16:00 a 20:00 horas, y los sábados de 12:00 a 20:00 horas. La entrada es gratuita. Solo se reciben aportes voluntarios. Más información en www.museodelestallidosocial.org