El juez del Tribunal Supremo que instruye la causa contra los políticos independentistas catalanes, Pablo Llarena, rechazó la entrega a España del ex presidente catalán Carles Puigdemont sólo por el delito de malversación. Llarena decidió retirar la euroorden que pesaba contra el mandatario luego de que la semana pasada la justicia alemana decidiera que la única opción para extraditarlo sería por ese delito y no por rebelión ni sedición.
Llarena denunció la que en su opinión es una «falta de compromiso» del tribunal alemán con unos hechos que, dice, podrían haber quebrantado el orden constitucional español.
La Fiscalía del Supremo también se sumó a las críticas contra la Audiencia de Schleswig-Holstein. En un escrito en el que se opone a la puesta en libertad de los presos preventivos que dejó el referéndum del 1 de octubre, la fiscalía criticó la «indebida intromisión» de la Audiencia de Scleswig-Holstein en la jurisdicción de los tribunales españoles.
La decisión de Llarena implica que el ex presidente catalán permanecerá en libertad, pero no podrá regresar a España hasta pasados un mínimo de 20 años ya que sería automáticamente arrestado al estar vigente la orden de detención nacional.
Puigdemont, quien se trasladará en los próximos días a Waterloo (Bruselas), celebró el anuncio del tribunal español: «Es la demostración de la debilidad inmensa de la causa judicial», dijo este jueves. Y agregó: «Hoy es un día para reclamar con más fuerza que nunca la libertad de los presos y presas políticas. Retirar las OEDE (órdenes europeas de detención y entrega) es la demostración de la debilidad inmensa de la causa judicial», afirmó a través de su cuenta de Twitter.