Este viernes 24 de enero Donald Trump se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos (EE.UU.) en participar en la marcha antiaborto, «March for life» (marcha por la vida), concentración que se realiza todos los años en Washington y que reúne a sectores conservadores y religiosos que están en contra del derecho al aborto, que en el país norteamericano está consagrado desde 1973.
En su discurso, el mandatario citó algunas de las iniciativas que su administración realizó en contra de la interrupción del embarazo, como quitar el financiamiento de EE.UU. a las organizaciones no gubernamentales que ofrecen asesoramiento en la materia en países extranjeros, o prohibir que ciertas entidades que reciben fondos del gobierno puedan realizar el procedimiento médico.
Según informó la agencia EFE, Trump afirmó que «los niños no nacidos nunca han tenido un defensor tan firme en la Casa Blanca» y agregó que «hoy, millones de mujeres extraordinarias en todo Estados Unidos están usando el poder de sus votos para luchar por el derecho a la vida».
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Sin embargo, la ocasión también fue utilizada para continuar con su campaña electoral para la reelección, donde los electores conservadores son una gran parte de su fuerza política. «(Los demócratas) vienen por mí porque estoy luchando por ustedes, estoy luchando por aquellos que no tienen voz. Y ganaremos, porque sabemos cómo ganar», sentenció el presidente.
El mandatario se encuentra en medio de un juicio político que fue aprobado en la Cámara de Representantes y pasó al Senado, donde todavía se encuentra en etapa de exposición de los argumentos.