Este martes, y luego de que los ocho presos mapuche de la Cárcel de Angol comenzaran su huelga seca tras 113 días sin ingerir alimentos – protesta a la que se sumaron esta jornada 11 comuneros recluídos en Lebu -, se comunicó que Víctor Llanquileo, uno de los huelguistas, tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital de la comuna tras sufrir una grave descompensación producto de su deteriorada condición.
Así lo informaron diversos medios afines a la causa y El Mostrador, donde se destaca que la drástica decisión de iniciar una huelga seca, tomando en cuenta el largo período que ya llevaban los comuneros sin recibir alimentos, se determinó luego de que el Ejecutivo no cumpliera con los plazos acordados con la vocería de los manifestantes para resolver el petitorio de los mapuche. Este «engaño» del gobierno – como lo tildó el werken de los presos de Angol Rodrigo Kuripan -, se habría producido en las conversaciones que se mantuvieron el 9 de agosto con el ministro de Justicia Hernán Larraín.
Esta junta habría tenido lugar en las dependencias de la Gobernación de Malleco, donde desde La Moneda se habrían comprometido a un plazo de 12 días para destrabar el conflicto sobre los requerimientos especificados. Sin embargo, este tiempo se cumplió la semana pasada, y no hubo solución alguna.
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Cabe mencionar que esto ocurre en un clima de manifestaciones por parte de las comunidades de la novena región y otros territorios, como la toma de Radio Bío Bío en Temuco por un grupo de mujeres mapuche durante esta jornada, y la instalación de un campamento en las afueras de la cárcel de Angol, a la espera de que las autoridades den respuesta a la demanda de los comuneros.