Cerca de 40 días se demoró la Policía de Investigaciones (PDI) en entregar el peritaje relacionado con la muerte de la joven subinspectora Valeria Vivanco Caru, fallecida tras un supuesto enfrentamiento en La Granja, al Ministerio Público.
Lo anterior, descubierto después de que se revelaran nuevos antecedentes en torno al polémico caso, gracias al trabajo de la Fiscalía Metropolitana Sur, que resolvió suspender a tres suboficiales por estar presuntamente involucrados en la muerte de su compañera.
Cabe recordar que el pasado 13 de junio, la subinspectora Vivanco, junto a los otros policías, interceptó un vehículo sospechoso de haber participado en otro homicidio, produciéndose una persecución y supuesto baleo de parte de los delincuentes.
Luego de la versión de sus compañeros PDI, y tras varios días, dos individuos se entregaron a la policía por haber estado a bordo del vehículo perseguido, quedando en prisión desde ese día, donde se inició una exhaustiva investigación.
Pese a que los relatos de los involucrados no coincidían desde un principio, los perseguidos fueron sindicados como los responsables del homicidio de Vivanco. Incluso, según recoge La Tercera, cuando llegaron ante la justicia los hombres pidieron perdón por “haberla atropellado”, sintiéndose responsables por la muerte de la joven que falleció producto de un disparo.
El fiscal de la Unidad de Delitos Violentos de la Fiscalía Sur, Christián Toledo, recibió los informes policiales tardíos desde la PDI, en los cuales se indica que Vivanco falleció por un impacto de bala alojado en su estómago.
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Así también, señala que uno de los efectivos de la policía, que estaba en el procedimiento junto a la joven, dio positivo a la prueba de nitratos, pese a haber declarado que no había ocupado su pistola esa tarde.
De acuerdo con el medio citado, las pericias señalan que la bala alojada en el cuerpo de Valeria Vivanco era compatible con las pistolas marcas Jericho que portaban los oficiales de la PDI.
Desde la policía civil argumentaron que la demora en el traspaso de información al Ministerio Público se podría deber a que, una semana después de la muerte de la joven en La Granja, ocurrió el cambio de mando en la PDI, con la salida de Héctor Espinosa y la llegada de Sergio Muñoz.
Ahora, el fiscal Toledo deberá averiguar si hubo alguna orden desde los altos mandos de la institución para ocultar los resultados de las pericias, o si fue negligencia. Todo esto, en el marco de la investigación por obstrucción a la investigación que lleva la Fiscalía.