Los días 28, 29 y 30 de noviembre, una nueva generación de estudiantes buscará acceder a la educación superior, mediante la rendición de una nueva prueba que buscará medir las capacidades de los postulantes.
Se trata de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) que no solo será otra forma de medir los conocimientos de los estudiantes tras finalizar la enseñanza media. Además, cambiará el paradigma que existe sobre sus resultados.
En sí, este nuevo sistema de postulación eliminará los «puntajes nacionales». El formato, que tendrá hasta 1.000 puntos, buscará establecer un innovador método para resaltar el mérito de los estudiantes.
De acuerdo al Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCh), la nueva medición tomará en cuenta la estrecha diferencia que hay entre un puntaje nacional y otro alumno que contesta toda la prueba correctamente excepto una pregunta.
La subsecretaria de Educación Superior, Verónica Figueroa, explicó a El Mercurio que «nos encontramos mirando con detención lo que se ha entendido como ‘mérito’, y de qué forma este, desde su concepción más tradicional, no respondería los principios que sustentan la justicia social planteados, por ejemplo, por la Unesco».
Y agregó que buscan «reformular la manera en que, históricamente, se ha reconocido al estudiantado y que se ha enfocado principalmente en los resultados que obtiene, sin considerar en absoluto sus contextos y trayectorias».
«Próximamente haremos anuncios sobre esta modalidad de reconocimiento que el Comité de Acceso a la Educación Superior se encuentra desarrollando para el proceso de admisión 2023«, aseveró la subsecretaria Figueroa.