El acuerdo sobre el mecanismo que redactará la nueva Constitución se tomó la conversación pública. Mientras las fuerzas políticas justifican el pacto, desde la Coordinadora Feminista 8M dejaron ver su malestar por un «acuerdo (que) impone la voz de una élite política y económica, entregándole poder de veto a los expertos designados”.
Lo anterior, por el acuerdo que definió una composición mixta con 24 expertos designados por el Congreso y 50 miembros electos por la ciudadanía. Comisión que se contrapone con las peticiones de la organización feminista de un órgano 100% electo, paritario, con escaños reservados de pueblos originarios y participación de independientes.
Y el otro punto que levanta preocupación de este pacto político es la marginación de los movimientos sociales presentes que dieron vida al estallido social, y que abogaban por un cambio constitucional profundo.
«En este acuerdo, del que no somos parte nosotras ni ningún sector del movimiento social, se definió ya el carácter del proceso», y agregan que «está fuertemente inclinado a repetir o empeorar el escenario institucional actual».
«Este acuerdo es un atentado contra la democracia y nuestra memoria histórica», advierten al respecto.
🟣 Comunicado frente al acuerdo por una nueva constitución.
El porvenir lo organizamos los pueblos!
Todas las semillas del pueblo florecerán 🌼 pic.twitter.com/pOOZS8rcp8— Coordinadora Feminista 8M (@Coordinadora8m) December 14, 2022
«La revancha de los impugnados»
Desde la Coordinadora también realizan una comparación entre los 24 expertos designados para el nuevo proceso y la Comisión Ortúzar, encargada de redactar la Constitución de 1980, con expertos elegidos a dedo por la dictadura de Augusto Pinochet.
«El Consejo Constitucional, la Comisión Experta y el Comité Técnico de Admisibilidad expresan la prepotencia de las élites, así como la subordinación política que asumieron los sectores oficialistas de las élites», critican.
Lo que para la Coordinadora contrarresta con el proceso anterior, marcado por la «amplia movilización social» pero que hoy configura dicho acuerdo como «la revancha de los impugnados que, envalentonados, buscan anular la experiencia de la revuelta y despreciar la participación ciudadana». «Vuelve la democracia tutelada que nunca se fue», indican.
Y para hacer frente al nuevo proceso, desde la organización llaman a tomarse colectivamente las tareas «para organizar el porvenir que queremos», dando un paso adelante en la «lucha contra el dique neoliberal, racista y patriarcal» para activar todas aquellas instancias territoriales, comunicacionales y articuladoras «para levantar la fuerza popular».
Desde la colectividad también llaman a levantar el Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias que luchan, además de definir los lineamientos del próximo 8M del 2023.
«La nuestra es una lucha que no calla ni cede hasta desterrar la injusticia», cierran desde la Coordinadora Feminista 8M.
Revise la declaración completa acá: