No es la primera vez que el Movimiento Chile Libre es noticia por emitir graves amenazas. Previamente, las municipalidades de Recoleta y Cerro Navia denunciaron haber sido víctimas de mensajes de odio por parte de este colectivo ultraderechista que ahora es acusado de amedrentar a la directiva del Museo del Estallido Social y a la Comisión Chilena de Derechos Humanos (CCHDH).
“Les llegará su hora” y “atacaremos sus poblaciones”, son algunas de las frases que recibieron en sus correos ambas organizaciones. Mensajes xenófobos y ataques al acalde Daniel Jadue eran parte de los correos que llegaron al museo y a la institución.
Consultada por El Desconcierto, la organización del Museo del Estallido Social comentó que las amenazas fueron recibidas el pasado 9 de mayo y que estas contenían “una serie de ataques verbales a izquierdistas, anarquistas e inmigrantes. Individualizan al alcalde comunista Daniel Jadue y, en el caso de inmigrantes, a venezolanos, colombianos y haitianos”.
Asimismo, desde el museo aseguraron que esta no es la primera vez que reciben este tipo de amenazas y que están considerando tomar acciones legales.
“Hemos considerado la denuncia o constancia, de tal manera que exista antecedente ante una expansión de este tipo de amenazas, o si alguna de ellas resultara concretarse en un acto específico en algún momento”, señaló la directiva del Museo.
Por su parte, la Comisión Chilena de Derechos Humanos confirmó que recibieron estas amenazas, aunque evitaron referirse a ellas aludiendo a que no tienen la intención de darle visibilidad a este tipo de grupos.
Reacción del Museo
Al ser contactados por El Desconcierto, la organización del espacio aludió a que este tipo de amedrentamientos se debe a que “el fascismo ha sido tolerado en Chile como si se tratara una forma válida de expresión”.
“No es temor lo que nos provocan estos grupos, organizados o no, de neo fascistas, sino un profundo repudio por representar ellos todo lo que este país, este Estado, esta justicia y esta sociedad precarizada, se ha permitido tolerar con tal de no entorpecer el avance de un modelo que ya hoy parece hasta premiar el discurso y avance de un fanatismo que cualquier país responsable y con memoria se habría preocupado de erradicar después de una dictadura criminal aún mayormente impune”, reafirmaron.