Diversos estudios elaborados por universidades de Australia y China reportaron que un aumento de la temperatura de tan solo 1 °C se asoció con un aumento significativo de trastornos del estado de ánimo, esquizofrenia, trastornos neuróticos y también de ansiedad.
Asimismo, un estudio de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría reportó que las situaciones de violencia interpersonal aumentarían entre un 4% y un 6%.
«El calor exacerba sentimientos como la irritabilidad y la ira, además de afecciones como la ansiedad, la esquizofrenia y la depresión. Los más expuestos son los adultos mayores, los adolescentes y quienes ya sufren de problemas de salud mental«, explica el Dr. Mauricio Bonilla, director del centro de salud digital Saluta.
En el estudio, además, se determinó que por cada 1° Celsius que aumenta la temperatura, los científicos calcularon que el riesgo de muerte entre los pacientes con psicosis, demencia o consumo de sustancias aumenta cerca de un 5%.
¿Cuál es la explicación?
Como señala el experto, pueden existir diversas causas que explican cómo el calor afecta de esta manera a las personas.
«El aumento de la luz solar y el calor eleva los niveles de serotonina y provoca cambios de humor, agresividad e irritabilidad. Este neurotransmisor está relacionado con el estado de ánimo, la ansiedad y la depresión, que también regula la capacidad del cuerpo para percibir la temperatura”, detalla Bonilla.
Otra causa se explicaría en la interrupción del sueño producto de las altas temperaturas. La temperatura ideal es de 20° para tener un descanso cómodo. En noches calurosas, las personas tienden a dormirse más tarde, produciendo un desbalance en las horas de sueño.
Desbalances de nutrientes e interacciones con fármacos pueden ser otras de las explicaciones para que las personas sufran de más afecciones de salud mental durante olas de calor.
Una brecha socioeconómica
Las personas en un nivel socioeconómico más bajo también están más expuestas. De acuerdo a un estudio de Corporación Ciudades, las comunas de menores ingresos tienen menos vegetación y menos ventilación, produciendo una sensación de calor mayor a las comunas que sí cuentan con estos elementos.
Comunas como Quilicura, Renca o Cerrillos pueden llegar a tener más de 6° de temperatura que comunas como Lo Barnechea, Vitacura y Las Condes, que por ubicación geográfica y mejor cobertura vegetal perciben una menor temperatura.
En ese sentido, el especialista no solo hace un llamado a que la gente se concientice de este fenómeno, sino también alerta a las autoridades de tomar cartas en el asunto de manera integral.
«Los planes integrales de adaptación implementados no solo pueden mejorar la resiliencia sanitaria de las poblaciones al cambio climático, sino que también pueden contribuir a un fortalecimiento más amplio de los sistemas de salud y catalizar la colaboración con otros sectores», agrega Bonilla.