Rafael González elabora periódicamente gráficas que comparte a través de su cuenta de Twitter @rafaelg_fisica, acerca de la pandemia y su impacto en nuestro país | Foto: Gentileza
«No hay ningún efecto que se pueda esperar más que el estrés de las personas y que muchas personas que podían hacer trabajos de fin de semana, como las ferias navideñas, se empobrezcan más», dice el experto relativizando el impacto de las medidas del Ejecutivo para enfrentar una pandemia que, de acuerdo a su estimación, ya ha afectado al 20% de la población.
Este jueves 10 de diciembre entra en vigencia la fase 2 del Plan Paso a Paso en la Región Metropolitana íntegra, lo que se traduce en una serie de medidas para contener el impacto del COVID-19 entre las que destaca el confinamiento de fin de semana hasta nuevo aviso, aunque ya el Presidente Sebastián Piñera dijo que su vigencia podría ser acotada.
Cuestionamientos mediante desde distintos sectores, lo cierto es que las cifras de coronavirus en Chile van al alza con índices preocupantes respecto de los que incluso el ministro de Salud, Enrique Paris, ha hablado aludiendo a un eventual escenario catastrófico para enero, donde la proyección más adversa lo ha llevado a transparentar un promedio de 10.000 contagios diarios.
En lo inmediato, la Región Metropolitana se encuentra desde hoy afecta a la implementación de una serie de restricciones entre las que destaca la obligatoriedad de permanecer en el domicilio el fin de semana, sólo pudiendo salir de él para efectuar trámites específicos y autorizados vía www.comisariavirtual.cl.
La situación pandémica de Chile y las medidas adoptadas por las autoridades son parte del diálogo que sostuvimos con el doctor en física Rafael González, quien además es profesor asistente del Centro de Nanotecnología Aplicada de la Universidad Mayor e Investigador asociado Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología – CEDENNA.
«Todas las regiones del país, salvo la Región de Arica, han presentado alzas de casos en la última semana. La Región Metropolitana tiene un alza de más de un 30% en los últimos 21 días, incluso la Región de Coquimbo ha tenido un aumento de más de 150%. Todo el sur está muy complicado, sobre todo desde el Ñuble hacia el sur. La Región de Valparaíso tiene una fuerte alza, Antofagasta está subiendo, en la Región de Tarapacá hay muchas comunas pequeñas con muchos casos», ilustra el experto en su primera interacción con nuestra redacción.
González transparenta además que «en las cifras que se registran a diario, la RM lleva tres semanas al alza de casos, la última semana se ha visto también un alza de fallecidos. Habría que ver en el siguiente reporte del DEIS, si se confirma un alza».
«Se anunció el lunes este cambio de fase, que en lo práctico implica que el próximo sábado y domingo la gente va a estar encerrada y a eso van a continuar cinco días normales, otros dos días encerrados y vamos a llegar a Navidad. Contando el lunes pasado hasta Navidad, son 18 días. De 18 días, cuatro van a estar las personas encerradas y van a evaluar dentro de dos semanas. No hay ningún efecto que se pueda esperar de eso más que el estrés de las personas y que muchas personas que podían hacer trabajos de fin de semana, como las ferias navideñas, se empobrezcan más», comenta luego relativizando el resultado la decisión adoptada por el Ejecutivo.
«Ya las cuarentenas en Chile son insuficientes, no tienen apoyo social a las personas, no se facilita que estén en sus casas y tampoco consideran que las personas salgan a dar una vuelta por el barrio, puedan caminar, hacer actividades sanas y que no implican movilidad dentro de la ciudad. Moverse dentro del barrio, no genera problemas. Ya las cuarentenas están mal implementadas, para muestra lo que pasa en la Región de Magallanes, que desde el comienzo de agosto está en una segunda ola y hoy todavía tiene más de cuatro o cinco veces los criterios para salir de cuarentena como región. Son 178.000/180.000 personas, menos del 1% de la población de todo el país y no han podido con estas seudo cuarentenas controlar esta epidemia en el sur», dice luego el profesional y estadístico intentando hacer una analogía con la RM.
«Menos cuatro días dentro de 18 van a poder tener algún efecto dentro de la Región Metropolitana», dice luego cuestionando la medida implementada en esta zona del país este jueves.
En este sentido y consultado respecto de las medidas adoptadas por el Ejecutivo, González considera que hay poca seriedad al respecto. «Creo que las autoridades están improvisando, el 27 de noviembre el ministro Paris hablaba de que las personas fueran cuidadosas durante el verano para evitar una segunda ola para fines de marzo, comienzos de abril, dos días después aparecen estos modelos que no se ha explicado en base a qué o quién los hizo, de una posible segunda ola para la Región Metropolitana para mediados de enero. Dos, tres días de diferencia, es muy extraño que cambien tanto los escenarios», agrega.
Para González, «da la impresión de que hasta fines de noviembre estaban confiados de que estos altiplanos que son absolutamente inestables, estaban funcionando y parece que han tenido antecedentes de que algo está cambiando. Uno imagina que las autoridades tienen acceso a datos adicionales a los que entregan, como el número de personas que se están testeando, el número de personas que se están atendiendo en las urgencias, distintos indicadores que normalmente no se publican», asegura luego esbozando un cuestionamiento a la manera en que se está abordando una crisis sanitaria que, lejos de remitir, se presenta cada vez más adversa.
«Imagino que están tomando una medida para que digan que se tomó una medida, pero estaban abriendo todo de manera acelerada, incluida la apertura de fronteras, estos viajes de la tercera edad, promoviendo el turismo a la Región de Valparaíso, que también va en alza (en los contagios), todo esto del eclipse, eclipse seguro. Todo es contraproducente con los planes que han aparecido de un momento a otro, parece que no está primando la cautela y el apego a la evidencia», critica.
En términos de cifras más globales, el Minsal transparenta actualmente sobre 550 mil casos de COVID-19, ¿cuán subrepresentada podría estar esta cifra?, le consultamos luego a Rafael. «En el reporte epidemiológico, incluyendo casos probables estamos llegando a 640.000. Hace algunos días, a partir de algunos estudios, se daba la discusión y el ministro reconocía 3,2% veces más casos. Tal como ha dicho Ricardo Baeza Yates, el subreporte es mucho mayor, porque se puede hacer una estimación a partir de los fallecidos reportados, teniendo una letalidad cercana al 0,6%, eso nos puede dar un subreporte de cinco a seis veces lo que se está reportando», ilustra.
Y a renglón seguido, González dice que en nuestro país «fácilmente pueden ser tres o cuatro millones de personas las que se han enfermado de COVID-19 y eso también va alineado con un artículo que salió hace poco más de un mes en revista Nature en que hacían estimaciones a partir de las personas fallecidas en diferentes países, incluido Chile, y estimaban que al 1 de septiembre, cerca de 17% de la población se había enfermado. Dos meses después es fácil suponer que 20% de la población ha enfermado, es razonable», transparenta.
Por último, el experto dice que hacer proyecciones es muy difícil. «Es muy difícil hacerlo porque no sabemos cuántos casos corresponden a búsqueda activa, cuántas personas están consultando, cuántas son las que se toman periódicamente el examen por trabajo, ni siquiera sabemos qué tan rutinarias son las medidas de protección del personal de salud. Es muy difícil hacer una proyección con cierto nivel de rigurosidad», asegura luego cuando le preguntamos cuál podría ser el panorama pandémico dentro de las semanas próximas.
«Lo que dice el sentido común es que este virus es altamente contagioso, se beneficia de las aglomeraciones y la autoridad no está coordinando a la ciudadanía para evitar todos estos escenarios», agrega González.
Y vuelve sobre un punto ya largamente relevado por distintos expertos. «Además de llamar al autocuidado, es importante que organicen los horarios de entrada y salida de los trabajos, que en las empresas les den las condiciones adecuadas a las personas para trabajar, que no siga ocurriendo en el sur, que sigue el contagio muy elevado por muchos meses, posiblemente relacionado con el aparato productivo», cuestiona.
Adicionalmente, el experto se muestra poco optimista respecto del futuro. «El sentido común demuestra que se están haciendo las cosas mal, esto no tendría por qué evolucionar bien. La cantidad de personas que están en UCI hoy es similar al de mayo. Estamos partiendo de muy arriba, el personal de salud está muy cansado y el mensaje de la autoridad es contradictorio», comenta.
«Mi pronóstico general es que va a haber un alza importante de casos, no sé cuánto. Y llegando marzo o abril, podría ser peor con una tercera ola», dice en virtud de lo observado durante una pandemia de larga data que ya suma nueve meses en el país.
Por último, releva el discurso de la Organización Mundial de la Salud. «Como dice la OMS, la pandemia se tiene que seguir combatiendo sin vacuna. Porque la vacunación no sabemos ni qué tan efectiva va a ser y es muy difícil de que tenga una cobertura nacional que sea significativa antes de la mitad de 2021».
