Gerente de Sigdo Koppers sería el anfitrión de la fiesta que reunió a familiares de políticos y empresarios en Cachagua

Este martes nuestro medio reveló los nombres de una veintena de detenidos que dejó la fiesta de este lunes en Cachagua, entre los cuales existen varios familiares de diversos personajes de la política y el mundo empresarial nacional.

Jóvenes con vínculos familiares con el Presidente Sebastián Piñera, Andrés Chadwick, Juan Sutil y Carlos Eugenio Lavín engrosaban la lista, cuya publicación derivó además en que algunos de los detenidos mencionados eliminaran o cambiaran sus cuentas de redes sociales.

En concreto, las autoridades han insistido en que las multas van desde los $5 millones a los $25 millones para los asistentes y hasta los $50 millones para quienes organizaron la celebración, que en los casos relativos a Cachagua, han derivado en un aumento de 800% en los contagios de la comuna de Zapallar.

Y según la información a la que accedió nuestro medio, en esta oportunidad la responsabilidad recaería en el ingeniero comercial de la Universidad Finis Terrae Juan Pablo Mir Espic, padre de dos de las asistentes a la celebración, Ignacia Mir Obach (21) y Josefa Mir Obach (18), quien habría pactado el arriendo de la casa de veraneo.

Mir es el ex gerente general de Mitsubishi Motors en Chile, cargo que ejerció durante ocho años, y en la actualidad se desempeña como gerente de Sigdotek S.A del grupo Sigdo Koppers, representante exclusivo de varias marcas internacionales de maquinarias, camiones y grúas en nuestro país.

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La propiedad en cuestión es una vivienda avaluada en $231 millones, según datos del SII, emplazada en un terreno de 2504 metros cuadrados.

Intentamos comunicarnos con Juan Pablo Mir, a través de su secretaria, quien señaló a nuestro medio que su jefe se encontraría de vacaciones, «inubicable», y que recién el 1 de febrero, estaría disponible nuevamente.

¿Todo el rigor de la ley?

«Aquí no hay excepción, ni para nacionales ni para extranjeros. Vamos a aplicar todo el rigor de la ley. Los que tenían residencia informaré al Ministerio del Interior como dice la ley. Los que no, serán expulsados del territorio de la República».

Con esas durísimas palabras el Intendente de Valparaíso, Jorge Martínez, se refería este miércoles a la detención de 16 personas en Villa Alemana, que fueron sorprendidas en un cumpleaños clandestino, y que eran en su mayor parte migrantes.

Similar actitud a la que la autoridad demostró ante las primeras fiestas registradas en año nuevo en Cachagua, por las que la Intendencia de Valparaíso se querelló contra los responsables, acción que se habría replicado en el caso de la fiesta de este lunes en Cachagua, contra todos quienes resulten responsables, según informaron desde la Intendencia.

No obstante, en paralelo, el Ejecutivo ha tomado una actitud menos punitiva, pero focalizada en cierto tipo de infractores.

«Nosotros como autoridad sanitaria vamos a hacer un plan específico, una campaña, para llegar a los jóvenes que sabemos que son los principales ejecutores de estas fiestas clandestinas, que últimamente se han visto en reiteradas ocasiones, principalmente en el sector oriente de la capital”, señaló la seremi de Salud Paula Labra este miércoles anunciando la medida, que se suma a las intenciones de promover «trabajo comunitario» para estos jóvenes del ministro del Interior, Rodrigo Delgado.

De hecho, Delgado incluso se reunió esta semana con la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell, y el fiscal nacional, Jorge Abbott, para discutir su implementación.