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Kena Lorenzini, candidata a concejala por Ñuñoa: «Como RD y el Frente Amplio no respondimos para que se hicieran carne las demandas de la población»

Publicado: 19.03.2021

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Vivir el estallido social la removió de tal manera que la conexión con sus vecinos y vecinas pasó a ser parte de sus actividades frecuentes. Tender redes, cacerolear juntos y organizar eventos, dinámicas que se diluyeron en las últimas décadas en los barrios por el miedo que dejó la dictadura. Las nuevas generaciones volvieron a sacar a miles a la calle, con un nuevo ímpetu movilizador. Esa fuerza fue la que impulsó a Kena Lorenzini (62), fotógrafa, reportera gráfica, feminista histórica y activista por los derechos humanos a disputar una concejalía en Ñuñoa.

Hoy se pasea por las avenidas de la comuna volanteando y promoviendo una concejalía feminista con la que busca diferenciarse. Habla con propiedad desde los espacios necesarios para las diversidades sexuales, hasta la dignidad de trato hacia los adultos mayores, temáticas que desea abordar  si es elegida en un cargo público.

-Vives hace 37 años en la comuna de Ñuñoa, ¿qué te hizo dar el paso a tomar un puesto de representación popular?

La verdad es que había estado en la precandidatura a la concejalía la vez anterior, luego fui candidata a senadora por Talca, yo soy de ahí, para apoyar a la Bea Sánchez. Pero, luego, en las municipales casi fui a candidata por Ñuñoa porque me interesa mucho lo local, pero aparecía inscrita en el Partido Ecologista Verde. Pasó el tiempo y me ofrecieron ser candidata a diputada, pero en realidad como tengo una hija muy chica de edad, con la que tenemos que salir frecuentemente al hospital, quiero vivir cerca de ella, y una diputación requiere una cantidad de tiempo mayor, lo que no estoy dispuesta a dar. La prioridad para mi es mi familia.

Con lo local, especialmente durante el 18 de octubre, nos comenzamos a conectar. Hicimos la “Esquina de la Dignidad con mucha gente, aquí en la esquina de mi casa, donde sigue funcionando para eventos, caceroleamos, incluso, se formaron comisiones. Ahí comencé a participar más con la gente de mi comuna. Ese año celebramos Pascua y Año Nuevo en el antejardín y nos saludábamos, era distinto. Incluso, hicimos un grupo de mujeres feministas. Todo eso me fue abriendo a ver cuánta gente es capaz de hacer cosas por su comuna. Lo había visto antes en juntas de vecinos que son súper movidas, pero hasta antes del “Chile Despertó”, no me había sentido tan conectada con mis vecinos.

– ¿Cómo has conjugado la experiencia de ser candidata y activista del feminismo y los derechos humanos?

Te da una cosa súper buena que es no vender ninguna pomada, porque como ya manejas los temas, no tienes que ir a venderle nada a la gente. Le hablas de derechos humanos, de feminismo y, en el fondo, estás hablando de ti misma. Lo que me ha salido más difícil ha sido la tercera edad, pero es algo que me interesa muchísimo. Mi mamá va a cumplir 90 años en unos días más y está como tuna, es súper activa.

– ¿Y cómo lo has ido abordando?

Bueno, hay dos cosas: para quienes son valentes tenemos que tratar que se sigan desarrollando y que aporten desde las profesiones y oficios que han tenido en su vida, tratar de implementar cursos para que les den clases a personas de cualquier edad o entre ellos mismos. Quizás volver a pensar espacios para que se reúnan y hagan clases. Es decir, motivar a que se sigan desarrollando como personas sabias, no como personas que hay que «arrastrar». Y, para los no valentes, como esta es una comuna que yo considero que tiene plata, que se haga un sistema integral para apoyarlos, en el sentido de ir a visitar sus casas, que haya aseo, higiene, que se les lleve su dinero, las compras. Es un sistema integral que hay que trabajarlo y proponérselo a otros concejales, a la alcaldesa, pero es como se ha hecho en otros países del mundo.

Aquí hay muchos adultos mayores en casas grandes, entonces, muchos se jubilan y quedan en una casa enorme que no pueden mantener, comienzan a empobrecerse, se les acaba la plata, pierden la higiene, cuando bien se podría colaborar para que esa casa la vendan, compren un departamento, algo más adecuado y con esa plata vivir más dignamente. Bueno, desde ahí, hasta que se le ayude en esa misma casa si se quieren quedar.

– ¿Hay una evolución de los derechos humanos en la que estamos transitando? ¿Hacia dónde crees que va?

Sí, los derechos humanos son dinámicos y se van adaptando en la medida que van apareciendo nuevos grupos que son discriminados. Las personas mayores son discriminadas en esta sociedad, porque nadie los ve, se les ve como los «abuelitos», y algunos no son «abuelitos» porque no tienen nietos. Hay una mirada sobreprotectora, sin respeto. Bueno, se van ampliando los derechos humanos a esas personas, también a la comunidad trans y a otras que van a ir apareciendo, como ha pasado con los animales. Incluso, hay más protección hacia los animales desde el municipio que muchas veces hacia a los adultos grandes, me gusta decirles así, hay cuarta edad ya. Cuando hablamos de «nuestros abuelitos» hablamos de personas de 60- 65 años. Me pasa cuando veo a mi mamá tan autónoma, tan bien y protegida…

-Te has acercado de una manera mucho más personal…

Claro, y es lo mismo que me pasa respecto de mi lucha en el estallido social. Yo tengo una vida digna y siempre he estado del lado que tengo que estar. Tengo una formación católica, después dejé el catolicismo, pero mi mamá siempre decía que había que estar al lado de los más «débiles» en ese tiempo, pero yo lo he pensado y creo que son las personas que están en una situación de desventaja respecto de ti. Es transformar el pensamiento de mi mamá y ser empática y estar al lado de quienes deberían vivir como tú, que puedes vivir tus penurias, pasar por malos momentos económicos, pero nunca estás en la situación de no tener nada. En las mujeres, tengo una lucha personal porque vengo de una familia enferma de machista, y eso que somos seis mujeres y dos hombres. Mi hermana mayor sin saberlo era feminista a full porque ella siempre se reveló contra todo machista en la casa, pero yo lo conocí más tarde cuando tenía 22 y cuando pasó eso dije «este es mi lugar en el mundo». Fui aprendiendo sobre el derecho a decidir. Antes era antiaborto totalmente porque yo no habría abortado, pero entendí el tema, y ese derecho se traslada a otras cosas de tu vida. No es lo mismo al derecho a elegir. En este país tenemos ese derecho de elegir lo que nos ha puesto la izquierda o la derecha. Eso no es decidir, que tiene que ver con proponer cosas nuevas y hacerlas.

-Si Ñuñoa es una comuna que tiene recursos, como lo has dicho, entonces, por qué ese abandono que observas. ¿Qué ha fallado en la gestión?

Negligencia, absoluta negligencia, porque piensa que la gente todavía cree que el alcalde [Pedro] Sabat les regaló un computador, cuando hay computadores que el municipio tenía que entregar a los niños de séptimo básico, que lo hizo Bachelet. También hay cosas que se abandonan. Ni siquiera te digo cómo está de avenida Grecia hacia el norte, las calles con hoyos, botadas. Entonces, no se sabe dónde está la plata invertida en el municipio. Lo primero que ha dicho Emilia Ríos, candidata nuestra a la alcaldía, es que va a auditar todo porque no se sabe dónde está la plata. Es complejo porque son vivarachos, han tenido 24 años el municipio en sus manos, entonces, pareciera que saben cómo no dejar que los concejales se metan ahí. Es un tema.

-Siempre has sido muy activa en redes sociales. El ciberacoso aumenta en figuras públicas con un discurso político crítico. ¿Cómo has enfrentado esto desde que partiste la campaña?

Mira, a mí me han acosado desde hace un par de años todo el rato y ahora ha aumentado de una manera exponencial. Heavy. Pero en realidad, más que por mis opiniones ha sido por mi candidatura, porque ahora la cosa está más polarizada. Les pasa a las mujeres que sobresalen un poco y que opinan diferentes. Yo me doy la paja de ver quiénes son y algunos no siguen a ninguna persona y tampoco tienen seguidores. Solo te lo mandan a ti, así que los bloqueo. En Twitter es tan absurdo, porque encuentras páginas porno, sin ningún problema, entonces, yo no sé cuál es el criterio de Twitter para que yo reclame por algo. Entonces, está esa hipocresía de que a la gente le molestan ciertas cosas, que es anacrónico, pero además encuentras cosas peores. Es mucho más grave ver una persona que aparece orgulloso con una esvástica, que a alguien se le vean los pezones.

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-¿Pensaste en algún momento en ser candidata a constituyente?

No, nunca, y me lo pidieron varias veces. Me lo piden porque de alguna manera soy una persona conocida y es más fácil. Pero resulta que hay gente que está donde las papas queman y creo que hay que levantar a esa gente. No necesariamente independiente, sino que también de partidos que están realmente donde las papas queman. Soy una persona que reflexiona desde alguna edad de mi vida, cuando me cayó la chaucha, pero sigo creyendo que hay personas que puede representar mejor las cosas que yo. A mí me hubiese gustado, por ejemplo, que estuviese la Gloria Maira, una mujer seca que mi partido se la farreó, porque realmente este partido de gente tan joven como que creen que con ellos nace todo. La Gloria tiene mi edad, es seca, y ha estado en no sé cuántas Constituciones porque vivió en Ecuador, Colombia y conoce muchos procesos. Finalmente renunció al partido porque se aburrió de estar aportando en un lugar que es como tirar una gota de agua al vacío. Yo sigo en Revolución Democrática (RD) y lo digo con sinceridad porque es primera vez que milito.

-¿Cómo ha sido la militancia?

Me metí cuando fue lo de la Bea, pero me quedé con las ganas de aportar a este partido nuevo para que justamente gente más grande pudiese aportar de ese lugar. Me he sentido muy respetada dentro del partido, me han conocido, me proponen cosas. Pero, claro, siempre he sido igual, y he visto que es un partido que de revolucionario no tiene mucho, que perdimos el norte absolutamente, que no estuvimos del lado de la gente cuando Chile Despertó. No estuvimos a la altura como partido, aunque muchas personas individualmente lo estuvimos. Como RD y el Frente Amplio no respondimos como tercera fuerza para que se hicieran carne las demandas de la población. No escuchamos, nos equivocamos y lo hicimos mal. Yo espero, con un poco de poder en un cargo de concejala, hacer algo dentro porque vienen elecciones al interior del partido.

– ¿Te gustaría disputar un cargo en RD?

No, no, pero me gustaría apoyar con mucha energía a personas que estén en eso. Es necesario dedicarse y aportar. Lo importante de mi concejalía es que es colectiva y tengo que formar una asamblea feminista que va a ser la que tome las decisiones de lo que voy a llevar al concejo. Esta asamblea se va a reunir desde distintos ámbitos, y ahí se va a fiscalizar. Yo voy a ser un puente y canal, aparte de los tres temas que yo llevo, y voy a responder a esa asamblea. Es harta pega y una tiene que cuidar esos espacios. Ya nos pasó con una diputada que, además, fue presidenta y todo al mismo tiempo es complicado. Una tiene que saber cuáles son sus límites. Tengo que formar esta asamblea feminista, invitar a mujeres que se inscriban. Tengo pega y espero salir electa porque sería maravilloso hacer una cosa colectiva.

– ¿Son las concejalías feministas las nuevas voces que buscan renovar las estructuras de los municipios?

Absolutamente, y espero que todas las candidatas que se comprometen a las concejalías feministas podamos después hacer un grupo de concejalas feministas que actúen como tal. Todo lo que sea feminista hoy es lo más importante porque es un paragua de justicia social, estamos hablando que hoy le toca gobernar al feminismo desde ese lugar. Debería ser gobierno. Le toca al feminismo para demostrar que se puede gobernar de una manera distinta, desde lo local, hasta el Congreso paritario que se está pidiendo, lo tenemos también en la Convención Constituyente y tiene que estar en el gobierno como una exigencia. El feminismo siempre ha estado al lado de todas las causas. Hoy le toca gobernar.

 

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