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Natividad Llanquileo: «El mensaje que se da es que si alguien busca dialogar será sacado de su cargo»

Por: Joaquín Castro Mauro | Publicado: 28.08.2022
Natividad Llanquileo: «El mensaje que se da es que si alguien busca dialogar será sacado de su cargo» Natividad Llanquileo |
La exconvencional analiza las repercusiones de la detención de Héctor Llaitul, cuestiona la salida de Jeanette Vega del gabinete y pone en duda las reales intenciones del Gobierno en la zona. «Una ministra llegó hablando de Wallmapu y saludando mapudungún, pero ahora vemos una posición de criminalización contra nuestro pueblo», critica.

La detención del vocero de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), Héctor Llaitul, abre un escenario complejo para el conflicto en La Araucanía y el movimiento mapuche.

En diálogo con El Desconcierto, la exconvencional por escaños reservados, Natividad Llanquileo, analiza las repercusiones que tendrá el hecho a pocos días del Plebiscito y desliza dudas sobre la puesta en escena de su arresto.

«La hora en que ocurre la detención es una hora de noticias. Hubo todo un aparataje policial, incluso es trasladado en helicóptero. Fue un espectáculo y se hizo para crear impacto. Además, los medios de comunicación, el día de la detención, estuvieron en cadena hablando del mismo tema», subraya.

– Más allá de la cobertura mediática que tuvo el hecho ¿Cómo impacta la prisión preventiva de Llaitul en el movimiento mapuche?

Yo creo que impactó más de lo que incluso el gobierno o todos detractores tenían calculado. Sin duda Llaitul es una buena figura pública desde hace mucho tiempo y la CAM es una organización que viene entregando su mensaje hace más de 20 años. Por lo tanto, nadie puede decir que es una persona desconocida.

Sin embargo, esto es una política que han tenido los diferentes gobiernos, no solamente con la figura de una persona en específico, sino también en contra de las personas que han estado en este proceso de restitución territorial. Es una política de continuidad respecto a los gobiernos de la Concertación y de Sebastián Piñera, y que no ha cambiado.

– ¿En qué posición queda Llaitul? ¿Cree que perdió poder tras su detención?

No hay que personalizar. Insisto, esto en una política de continuidad, es algo que nosotros hemos venido viendo desde los años 90. Desde ese momento, una parte importante de las tierras fue entregada a las empresas forestales. En consecuencia, el pueblo mapuche, que siempre se manifestó y peleó en contra de la dictadura, también se distanció de sectores de izquierda y empezó a pelear por sí solo.

Desde ese momento, hay una reacción por parte de los gobiernos y el Estado, que es criminalizar, encarcelar y perseguir a través también de la aplicación de leyes de excepción como son la Ley Interior de Seguridad del Estado y de conductas terroristas. Ha sido una forma que ha tenido el Estado de vernos como el enemigo interno. Usan el derecho penal para perseguir a personas que han decidido recuperar territorios a través de ocupaciones. En más de 30 años, la respuesta ha sido absolutamente la misma.

– ¿Entonces esto va más allá de la detención de Llaitul?

Ha sido así durante mucho tiempo. Hay que recordar que en su momento también se persiguió al Consejo de Todas las Tierras y a otras figuras de la CAM, como José Huenchunao o Víctor Ancalaf. Muchos han sido llevados a juicio por Ley Antiterrorista. Con posterioridad, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a Chile precisamente por esos casos. Entonces, insisto, esto no es algo nuevo. Siempre se ha perseguido a quienes han dado la cara y han dicho que esto no está bien, que las tierras que fueron usurpadas tienen que ser devueltas.

La renuncia de Vega y la hoja de ruta del Gobierno de Boric

– ¿Cómo evalúa el manejo del gobierno respecto a la detención de Llaitul?

Lo que llama la atención es cómo una de las instituciones dependientes del Ministerio del Interior, como es la Policía de Investigaciones, actúa de tal forma. Primero filtran una información que no pasa por sus superiores, pasa a un medio de comunicación y este lo pública. Es bastante preocupante cuál es la relación que tiene el gobierno con las policías.

Por otro lado, el Ministerio de Desarrollo Social se vincula con personas que pertenecen a los pueblos indígenas porque es parte de sus funciones. Gran parte de los ministros de esa cartera que han intentado acercarse para buscar soluciones a este conflicto que instaló el Estado en el territorio mapuche, han sido sacados de sus cargos. Es como si no se hubiera aprendido de todo lo que ha pasado, eso es bastante preocupante.

La inestabilidad de esa política le entrega una señal al empresariado forestal de que están de su lado y que van a poner todo el aparataje estatal a su favor. Por otra parte, le está entregando un mensaje al pueblo mapuche que no les importa de verdad conversar sobre los temas que son importantes, sobre todo los que tienen que ver con que los territorios que fueron usurpados.

– ¿Cree que intentar abrir un diálogo con Llaitul no es una razón suficiente para salir del gabinete?

A mí no me parece. Esto se dio por toda la presión que se hizo, especialmente por parte de la derecha, después de que se filtró esta conversación. Esto también pasó en el gobierno anterior y es lamentable que suceda porque es parte también del trabajo que se tiene que hacer.

Hace rato se dijo que este no era un tema de seguridad, que no se debía tratar con el Ministerio del Interior, pero se insiste en hacerlo parecer un un tema de seguridad.

La ministra Vega estaba haciendo los acercamientos que se requieren en este tipo de casos, verlo desde una política distinta y desde la institución que se relaciona directamente con la Conadi, que es la que administra hoy el Fondo de Tierras. Es la que materializa finalmente el derecho que nosotros tenemos históricamente, al que se compromete Chile a través de los tratados internacionales y que se establece en la Ley 19.253. Entonces, no me parece suficiente para que salga del gobierno. Lamentablemente ya sucedió y no sé lo que va a pasar de aquí en adelante.

– ¿Cómo hay que interpretar su renuncia?

El mensaje que se da es que si alguien busca dialogar será sacado de su cargo y será reemplazado por alguien que sí cumpla con la política que se viene llevando a cabo.

Yo creo que toda esta situación nos deja en una posición complicada y parece que no vamos tener respuesta en este gobierno tampoco. La gente mapuche puso mucha esperanza en este gobierno y muchos actores políticos del mundo mapuche llamaron en su momento a votar por Gabriel Boric porque nos prometía buscar solución para este problema. Además, una ministra llegó hablando de Wallmapu y saludando mapudungun. Pero ahora lo que vemos es una posición de criminalización contra nuestro pueblo. Eso nos indica que no vamos a tener respuesta nuevamente.

Lo único que buscaban, al parecer, era tener el poder. Y una vez que obtuvieron el poder, simplemente se olvidaron de las promesas que nos hicieron.

Además, el Ministerio del Interior ha cambiado sucesivamente a sus encargados de asuntos indígenas: Salvador Millaleo primero, Gabriela España después…

Todos los indígenas sabemos, y especialmente los mapuches sabemos, que la única solución pasa por devolver las tierras que están en manos del latifundio y las forestales. No es una cuestión antojadiza. Nosotros no vivimos en comunidades. Nos hacemos llamar comunidades, pero estamos en reducciones, en muy poca tierra.

Hay que recordar que las comunas más pobres siguen estando en la novena región a nivel nacional, y en su mayoría son las que tienen una gran cantidad de personas perteneciente al mundo mapuche. Entonces, si el gobierno no está dispuesto a dar soluciones concretas, es evidente que sus asesores o quienes estén encargados de la política indígena del gobierno no tiene mucho que hacer en ese espacio.

Si no se les da la posibilidad de entregarle solución a la gente, evidentemente lo que tiene que hacer alguien que está en ese espacio es renunciar, o lo más probable es que lo echen. Ese es el punto de fondo.

El impacto del caso Llaitul en el Plebiscito

– ¿Qué te parecieron las declaraciones de Rojo Edwards al decir que Llaitul hubiera sido puesto en libertad si se aprueba la nueva Constitución?

La verdad es que no vale la pena darle explicaciones al senador Edwards. Lo que sí me dejó bien agotada es que la izquierda que dice ser estar comprometida haya salido en masa a responderle. Yo digo: ¿Quién es Rojo para salir a contestarle? Esta derecha nos viene mintiendo desde antes que empezar el proceso constituyente y han llamado a rechazar desde antes que esto hubiera comenzado. Lo hicieron durante el proceso constituyente y lo hacen en la campaña del Plebiscito de salida.

Siempre han buscado argumentos para poder proteger la Constitución de la dictadura. Lo mejor que han encontrado es criticar lo relacionado al pluralismo jurídico, derechos como el consentimiento indígena, la restitución de tierras y otros que quedaron en la propuesta de Constitución. Pero estos son derechos a los que el Estado de Chile está obligado a incluir y forman parte del derecho interno. Aquí no es que nosotros hayamos inventado la rueda, el proceso constituyente no inventó los derechos de los pueblos indígenas. Lo que hizo fue institucionalizar los derechos que ya existen, que están garantizados en el Convenio 169 y en la Declaración de Naciones Unidas. Esa es la respuesta que le puedo dar a ese profesor.

– ¿Cuánto cree que impactará esta coyuntura en el Plebiscito? ¿Beneficia al Rechazo?

Toda esta situación no creo que beneficie a ninguna de las dos alternativas. No creo que vaya a afectar, pero el problema es que la gente tenga en cuenta que la propuesta de Constitución no es del Gobierno, no se deben confundir las cosas.

Al Gobierno le correspondió, por una obligación legal, informar a la gente respecto de lo que va a pasar el 4 de septiembre. Pero no es que esta Constitución sea del Gobierno. De hecho, los partidos que ahora forman parte del gobierno eran minoría dentro del proceso de redacción de Constitución. Entonces, no se debe entenderse que esta Constitución es del Gobierno.

– ¿En qué posición queda la CAM si se aprueba la nueva Constitución?

Esto va a ser paulatino, hay que tenerlo en cuenta. Al menos, la Comisión de Tierras se estima que va a trabajar por cuatro años y se puede prorrogar por seis años. Por lo tanto, va a ser un proceso no tan rápido que va a requerir de mucho trabajo y que la gente también sepa y que empiece a participar más activamente dentro de las decisiones que se vayan tomar.

Las respuestas concretas estarían sucediendo aproximadamente en unos diez años más, siendo optimista. Se lo explicamos a la gente antes de llegar al proceso constituyente y durante las semanas territoriales. Siempre le explicamos que esto no es de la noche a la mañana, no es que se apruebe la Constitución el 4 septiembre y el 5 de septiembre aparezcamos todos con nuestros derechos que están en la en la propuesta. Lo más probable es que por el Congreso que hoy día tenemos, por la composición misma, estos procesos se alarguen.

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