La experiencia de vivir en un sistema patriarcal: Faride Zeran, Premio Nacional de Periodismo 2007
Recuerdo que en medio del mayo feminista cuando se les preguntaba a algunas jóvenes qué lecturas las habían influenciado muchas de ellas decían que no se trataba de libros sino de vida, de una pulsión que tenía que ver con la experiencia diaria de vivir en un sistema patriarcal. Esa mirada crítica sobre el cotidiano es la que despliega Simone de Beauvoir en Memorias de una joven formal, un libro que leí en mi adolescencia y que recuerdo hasta hoy haberlo devorado junto a otro texto de la filósofa francesa, Djamila Boupacha, en el que denuncia las torturas contra una militante de la resistencia argelina en manos del ejército colonial francés. Ambos libros de Simone de Beauvoir le hablaron a mi adolescencia de tal manera que los recuerdo hasta hoy.
Nuestra lucha: Marisol Vera, directora Editorial Cuarto Propio
Fundamental en mi primera etapa, adolescencia, entrando a la universidad, estamos hablando de 15, 16 años, fue El segundo sexo de Simone de Beauvoir que es un libro que tiene absoluta vigencia hoy día por su cuestionamiento al lugar de la mujer en la sociedad y al imaginario cultural que rodeaba a ese concepto. Me atrapó de inmediato esa idea, pues vivía como sensación incómoda este tratamiento diferente entre hombre y mujeres. Fue la primera semilla que me alimentó. Luego Un cuarto propio de Virginia Woolf. De nuevo esta visión. Recuerdo los impactos, eso me llevó posteriormente a tomarlo como nombre para mi editorial. Un cuarto propio donde la maravillosa Virginia Woolf plantea que las mujeres nunca han tenido un espacio privado y han sido impedidas de poder desarrollar su pensamiento creativo en la novela, y hace todo un cuestionamiento al orden social.
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De ahí posteriormente me encuentro con Julieta Kirkwood a quien conocí el año 68-69. De conversaciones con ella, llego a leer Ser política en Chile: Los nudos de la sabiduría feminista, que es un trabajo que ella venía desarrollando largo tiempo en la Flacso. Es un libro también de entera vigencia que Cuarto Propio publica también el año 90. Un libro fundante que nos permite entender el lugar de la mujer en la política y a partir del sexo. De ahí otro libro que fue fundamental, porque mi interés había empezado a ser muy activo en la historia de las luchas de las mujeres, es el de Olga Poblete que llega a mi editorial con Una mujer, Elena Caffarena. Está agotado pero esperamos reeditarlo, cuenta la historia del movimiento de las mujeres en Chile. Olga Poblete fue una destacada feminista chilena, que nos sitúa en nuestra lucha.
Trayectorias feministas desde el sur: María Stella Toro, historiadora feminista
Una autora fundamental en mi biblioteca material y virtual, ha sido Francesca Gargallo, escritora y teórica feminista italo/mexicana reciente y tempranamente fallecida durante este mes marzo. Las ideas feministas latinoamericanas fue un texto que me abrió a pensar las trayectorias feministas desde el sur, proceso que la propia Francesca refundó y resignificó posteriormente en Feminismos desde Abya Yala. Gran parte de su producción se puede encontrar en https://francescagargallo.
Todo está bien y sin embargo: Pía Barros, escritora
Para mí, más que libros, me marcan hechos. Pero cuando encontré que otra decía lo que me hubiera gustado decir, fue en 1976, cuando leí Álbum de familia, de Rosario Castellanos y ahí encontré un texto inolvidable: ‘Lección de cocina’. Por supuesto que encontré también Mujer que sabe latín y el enamoramiento fue inclaudicable. Antes había trazos, poemas, Brunet y Soledad de la sangre, pero cuando entendí emocionalmente que las mujeres somos todas migrantes de una lengua que no existe, que no importa el idioma, nunca será nuestra primera lengua, fue con ‘Lección de cocina’: «todo está bien…y sin embargo….»
Una estética otra: Patricia Espinosa, crítica literaria y académica
En realidad, no es un libro sino cuatro lo que han sido fundamentales en mi formación teórica feminista. Simone de Beauvoir con El segundo sexo me voló la cabeza. La cultura como condicionante de la existencia de la mujer fue radical en mis inicios bibliográficos. Luego tendría que mencionar a Julieta Kirkwood con su libro Tejiendo rebeldías y su teoría de los nudos feministas en tanto trama política, articulación y desarticulación de discursos y diferencias feministas. Finalmente, La hermana, la extranjera de Audre Lorde donde expone su teoría sobre la ira y las estrategias del patriarcado para remar siempre a su favor. Finalmente, no puedo dejar de mencionar Lumpérica de Diamela Eltit, un libro inclasificable, el cual leí como novela y ensayo teórico, donde por primera vez la literatura asumía la deconstrucción como un ejercicio político cruzado de violencias y rebeldías. Es un libro donde destaca la desestructuración de la sintaxis, de la lengua y del género literario novela; es un caso ejemplar de la puesta en escena de una estética otra, diversa a la impuesta desde el patriarcado; además, hay un importante tratamiento a la condición de la mujer en el contexto dictatorial.