La música y ambiente artístico chileno están de luto a causa de la partida de una de las figuras insignes del arte popular, Zalo Reyes, quien dejó de existir a los 69 años.
El galardonado artista, conocido como el “Gorrión de Conchalí”, estuvo internado en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, tras constarse que estaba afectado por una descompensación de salud.
Su deceso ocurrió tras varios días en delicadas condiciones a causa de la diabetes que sufrió por largos años, diagnóstico que incluso lo mantuvo en coma inducido.
“A nombre de mi padre, les comento que hace un momento acaba de dejar de existir. Acompañado de nosotros y de todas sus oraciones con tanta buena energía. Lo hizo en el sueño y sin sufrir. Solo nos queda agradecer tanto cariño y admiración durante estos 40 años de éxitos”, fue el posteo a través del que se informó de su deceso en su cuenta de Instagram.
Zalo Reyes, cuyo nombre es Boris González, será velado en Conchalí, su comuna de siempre, desde este unes en un lugar por confirmar.
El artista destaca por su dilatada trayectoria artística durante 40 años, tiempo en que se convirtió en un ícono de la música popular chilena.
Fue triunfador en el Festival de Viña del Mar, donde el público lo reconoció con una Antorcha y una Gaviota de plata en una recordado paso por la Quinta Vergara.
“Mi prisionera”, “Una lágrima en la garganta” y “Un ramito de violetas” son algunas de sus canciones más recordadas, que aún suenan en las radios locales y siguen vivas en la memoria de la gente.
Su fama la alcanzó ya en los 80′ luego de participar en programas televisivos como «Sábados Gigantes» (Canal 13) y el «Festival de la Una» (TVN).