Eran la 21:00 horas en punto y el estadio Ester Roa explotó. Ante el público más masivo del que se tenga registro en Concepción —cerca de 40 mil personas— Los Bunkers salieron a escena en la presentación que marcó su regreso a su ciudad natal.
Las filas para entrar, que se extendían por varias cuadras, fueron un presagio de lo que iba a vivir al interior del recinto municipal; un concierto consagratorio para la banda conformada por Álvaro (voz y guitarra) y Gonzalo López (bajo); los hermanos Francisco y Mauricio Duran (guitarras y coros); y el baterista Mauricio Basualto.
De hecho, la locura por una de las bandas nacionales más icónicas de las últimas décadas se vivió en el vuelo que transportó a los fanáticos desde Santiago a la Región del Biobío. En un concurso organizado por Jetsmart, cinco tripulantes fueron premiados con entradas dobles y acceso al meet and great.
Así, se fue preparando el ambiente para las casi tres horas de show que ofrecieron los penquistas y que fue teloneado por la artista de Dulce y Agraz; junto al DJ Marcelo Aldunate.
Ya con todo listo para la presentación, Los Bunkers comenzaron a subir uno a uno al escenario mientras sonaba Solsburry Hill de Peter Gabriel, lo que fue un emotivo momento junto al público.
Foto: Sofía Concha
Una vez finalizada la tonada, el ambiente dio un drástico giro con los temas Miéntele y Te vistes y te vas, que dieron el puntapié inicial a su extenso repertorio.
Luego llegaron las versiones de los clásicos de Silvio Rodríguez; Santiago de Chile y Quien fuera, y el saludo a los miles de niños, niñas y adolescentes que estuvieron presentes en el evento, a quienes se les dedicó Una nube cuelga sobre mí.
De esa forma transcurrió la primera hora y media, que fue seguida por un tramo del show en que Los Bunkers se desplazaron a la pasarela del escenario para estar más cerca del público y en el que entonaron La Exiliada al sur y aprovecharon de reversionar en un formato acústico temas como Si estás hablando mal mí.
Ya en la última hora de presentación los penquistas sacaron a relucir el armamento pesado de su repertorio, con Canción para mañana, Nada nuevo bajo el sol, Bailando solo y No me hables de sufrir.
Foto: Sofía Concha
Esta última canción se vio interrumpida por la descompensación de un asistente, pero que fue entonada desde el principio ante el pedido unísono del Ester Roa.
Otros de los puntos altos fueron las visuales que acompañaron el extenso repertorio exhibido y la cercanía con el público.
Además de tocar Canción de lejos —que dio nombre a su segundo disco y que hace alusión a Concepción — Mauricio Durán animó a los fans de la banda consultando desde qué comuna del Gran Concepción los visitaban esa noche. Muchos asistentes de Talcahuano, Chiguayante, Coronel, Lota y Tomé respondían orgullosos de estar presentes en este icónico reencuentro.
El último tramo del show fue cerrado con Ven aquí, y que tras una breve pausa donde el público pidió una última dosis de Los Bunkers, sonaron Llueve sobre la ciudad, Miño y La era está pariendo un corazón.
Este domingo, Los Bunkers repetirán la fórmula en la Quinta Vergara, Viña del Mar, cerrando lo que fue su tour nacional “Ven aquí”, con la vista puesta en México, donde continuarán su esperada gira de regreso, la que sin dudas confirma su importancia y legado en la música nacional.