El músico británico Roger Waters, legendario líder de Pink Floyd, cumplió con la primera de sus dos presentaciones en Argentina, país que lo recibió con muchas prohibiciones y reclamos por parte de la comunidad judía.
Partidario de la causa de Palestina y muy crítico de la guerra que Israel la somete, de la cual acusa ser un “genocidio”, el bajista vivió en días previos las cancelaciones de sus reservas de hotel en Buenos Aires.
El asedio de la comunidad judía de Argentina siguió con peticiones de cancelación de sus conciertos en el Estadio Monumental de River Plate, lo cual fue rechazado por la Justicia. De todos modos, dictaminó la prohibición de referirse a la guerra de Israel sobre el escenario.
Sin embargo, Roger Waters evadió dicha prohibición y comenzó su show con carteles en las pantallas que acusaban a Israel de genocidio, graficando con fotos y cifras lo que sucede en la Franja de Gaza.
“Si eres de los que dicen ‘Me encanta Pink Floyd, pero no soporto la política de Roger, harías bien en irte a la mier… e ir al bar en este momento”, lanzó Roger Waters al subir al escenario.
Israel declaró la guerra a Hamás el 7 de octubre tras un ataque sorpresa del brazo armado del grupo islamista que incluyó el lanzamiento de cohetes y la infiltración de unos 3.000 milicianos que mataron brutalmente a unas 1.200 personas y secuestraron a más de 240 en comunidades israelíes cercanas a la Franja de Gaza.
Waters ha condenado en las últimas semanas las acciones militares del Gobierno de Israel en la Franja de Gaza, tildándolas de «genocidio», «opresión de un pueblo a otro» y operación de «limpieza étnica».
El músico británico y cofundador de Pink Floyd ya había acusado al ‘lobby judío’ de estar detrás de la cancelación de varias reservas hoteleras en Montevideo y en Buenos Aires, antes de ofrecer varios conciertos como parte de su gira ‘This is Not a Drill’.