“Un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo. Todas las potencias de la vieja Europa se han aliado en santa cacería contra este fantasma: el papa y el zar, Metternich y Guizot, radicales franceses y policías alemanes.”
Carlos Marx y Fedrico Engels, Manifest der Kommunistischen Partei (1848).
Un fantasma recorre Chile, el fantasma de Daniel Jadue. Todos los privilegiados y las privilegiadas del viejo Chile, así como sus epígonos, se han aliado en santa cacería contra él: Matías del Río y Constanza Santa María, el capital financiero y las empresas extractivistas. Los ingenieros civiles de la Pontificia Universidad Católica, con su correspondiente M.B.A. en The Wharton School, pos oye y sus teorías de la Evolutionary Psychology y las autoridades de gobierno que nombran en altos cargos de la Policía Civil a torturadores de los estudiantes de la Escuela de Investigaciones.
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Los democristianos nostálgicos del financiamiento del Departamento de Estado de los EE UU, El Mercurio y COPESA, los radio holdings Iberoamericana, Radio Chile, Grupo Luksic, Grupo Bethia y Grupo Dial, así como Time Warner que se llevan los millones de dólares que son el 90% del avisaje del Estado, propiedad de los medios concentrada que genera una representación de la sociedad cargada de valores, juicios y prejuicios y que atenta contra el pluralismo informativo y acceso equitativo a los medios de comunicación de masas.
Los dueños de la educación, la salud , las AFP, el mar, el agro, los especuladores de siempre, los secretarios de gobierno en la Convención Constitucional que no permiten que el pueblo Aymara le pida permiso a la Pachamama (madre tierra), al tata wilka (padre sol), a los mallkus y t’allas (cerros protectores) y a los ancestros para que el trabajo de la Convención sea fructífero y en armonía de todos los pueblos. Los dueños del agua, los dueños de los clubes de fútbol, los dueños del retail, las inmobiliarias enemigas de la Ciudad Digna, destructoras de barrios y reinas de los ghettos verticales, los beneficiados con las cárceles de niños, niñas y adolescentes…
Todos ellos y todas ellas se unen contra ese espectro que con ancha sonrisa y pecho a las balas nos va diciendo que tendremos un país digno y que no es un sueño, que todas nosotras y todos nosotros, junto a otras y otros miles seremos millones, los que con ese fantasma tendremos por fin una vida bonita para vivirla, por eso…. ¡Feliz cumpleaños fantasma!