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Iron Maiden encendió la noche metalera en el Nacional

Por: Francisco Parra | Publicado: 12.03.2016
Iron Maiden encendió la noche metalera en el Nacional Fanaticos de Iron Maiden llegan al Estadio Nacional |
Ante más de 50 mil espectadores, la «Doncella de Hierro» volvió a confirmar porqué Chile se ha transformado en una parada obligada de todas sus giras. «Aquí no discriminamos por religión, política ni nada. Si estás con Maiden, estás con Maiden», dijo el vocalista Bruce Dickinson antes de introducir la canción «Blood Brothers».

Fue duelo frente a frente, del pequeño Bruce Dickinson contra el gigante Eddie, la ya inmortalizada mascota de Iron Maiden. Mientras, la banda toca «The Book of Souls», la canción que le da nombre al disco que trajo a los británicos por octava vez a Chile. Decidido, como un David contra Goliat, Dickinson inserta su puño en el pecho de Eddie y extrae su corazón, para después dejarlo en una vasija.

Un ritual maya, cultura que es la principal motivación del décimo sexto disco de Maiden, para demostrar que la imaginación de los metaleros no tiene fin a la hora de preparar un show para sus fanáticos.

Ante más de 50 mil espectadores, la «Doncella de Hierro» volvió a confirmar porqué Chile se ha transformado en una parada obligada de todas sus giras. «Aquí no discriminamos por religión, política ni nada. Si estás con Maiden, estás con Maiden», dijo el vocalista Bruce Dickinson antes de introducir la canción «Blood Brothers». Un discurso que hace imposible no recordar la fallida venida de 1992, cuando por presiones de la Iglesia Católica la banda no pudo aterrizar en el país.

La jornada metalera la inició The Raven Age, banda liderada por el hijo del fundador de Iron Maiden Steve Harris. Después vino un número tan esperado como el plato principal: el trash metal de los norteamericanos de Antrhrax envolvió al público en los clásicos «mosh» al centro de la cancha principal del Nacional.

Otra banda que ya casi juega de local en el país, Anthrax repasó clásicos como «Caught in a Mosh», «Antisocial», e «Indians» que hicieron vibrar a los fanáticos, demostrando que no se trataba de un simple telonero sino de una de las bandas más queridas por los metaleros chilenos. Vale recordar que, al igual que Maiden, también tienen un cariño especial por el país, graficado en el DVD «Chile on Hell», grabado en 2013 durante un concierto en el Teatro Caupolicán.

Pasadas las 21 horas vino el plato fuerte, con la octava presentación de Iron Maiden en el país. En un repaso por su último disco, los británicos demostraron que, pese al paso de los años, siguen componiendo canciones de peso. El estilo de Dickinson varía a cantos de menor exigencia para su voz, pero el galopante ritmo sostenido por el bajo de Steve Harris y la batería de Nicko McBrain demuestra que se mantienen vigentes.

Fueron 6 canciones del último disco, incluyendo los puntos altos de temas como «Speed of Light» y «Tears of a Clown», que parecen en camino a convertirse en parte del legado de la banda. «The Book of Souls» es quizás de los trabajos más pulcros logrados por Maiden desde la vuelta de Dickinson y el «Brave New World» del 2001.

Pero un recital de Maiden no es lo mismo sin los clásicos de siempre. «The Number of the Beast», «Children of the Dammed», «The Trooper», «Hallowed be thy Name» y «Fear of the Dark» fueron algunos de los temas coreados a todo pulmón por los 50 mil fanáticos que llegaron a Ñuñoa.

«Wasted Years» fue la canción escogida para finalizar el octavo recital en el país. En menos de dos horas -la cantidad de canciones por concierta ha ido a la baja en las últimas venidas- la banda volvió a encender la noche con el infatigable público metalero.

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