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Para todas y todos: Lo que nos trae en danza el Festival Internacional Santiago a Mil

Por: Gladys Alcaíno | Publicado: 10.01.2018
Para todas y todos: Lo que nos trae en danza el Festival Internacional Santiago a Mil danza | Oropel
Santiago a Mil ha seguido ampliando sus líneas curatoriales también a nivel local, creando nuevas instancias para que el público pueda encontrarse cada vez más con nuestra propia danza, por tanto, con su propia corporalidad y geografía.

Desde hace ya varios años que la gestión del Festival Internacional Santiago a Mil corrió sus límites teatrales dando lugar a otras expresiones de las artes escénicas y musicales, pero en particular generando un espacio relevante a la danza contemporánea, no solo en su escena, sino también para su experimentación y diálogo con el público.

Este diálogo se hace necesario, en tanto los propios formatos de la danza se han ampliado generando preguntas disciplinares, entre otras cosas por su híbrido con la performance y el teatro,  y especialmente en su comprensión como una experiencia otra a partir del cuerpo y el movimiento, más que como puramente danza.

Bajo este entendimiento es que el festival selecciona obras del acontecer coreográfico nacional y también trae elencos,  directoras y directores, que hoy marcan tendencia en el mundo. Pero para partir, es importante hacer un primer foco sobre  lo que ocurre en la escena chilena, danza que en su permanente quehacer mira sus propios cuerpos y escucha sus propias preguntas. Ante esto, es que Santiago a Mil ha seguido ampliando sus líneas curatoriales también a nivel local, creando nuevas instancias para que el público pueda encontrarse cada vez más con nuestra propia danza, por tanto, con su propia corporalidad y geografía.

Este año el punto de partida lo dio la coreógrafa chilena Marcela Ortiz de Zárate con su compañía Otux, quien presentó en tres funciones, La morada, trabajo realizado con el insumo clave de “La poética del espacio” del  filósofo francés Gastón Bachelard,  junto con la colaboración de artistas de distintas disciplinas,  logrando  así un trabajo maduro que sustenta la trayectoria de la coreógrafa, cuya compañía cumplió treinta años el 2017.

Danza del Futuro

Y en danza chilena, la calle la inauguró Las danzas del Futuro de Francisco Bagnara, con la colaboración de destacados perfomers, diseñadores y creadores chilenos. Estas danzas son la continuidad de un arduo trabajo iniciado por el director desde hace ocho años aproximadamente, cuando dio inicio a Las Danzas Calle, rompiendo así el paradigma  de lo escénico. Perros, palomas, ancianos, niños,  transeúntes, todo lo que acontece en una plaza o calle  de la ciudad,   forma parte de las danzas de Francisco Bagnara.

Altamente recomendable son las muestras nacionales que aún quedan por ver, como Oropel de la coreógrafa Carolina Cifras, pieza que constituye una muestra de la reflexión permanente y atenta de la coreógrafa por el lugar del sujeto dentro del Chile neoliberal. En esta ocasión, Carolina Cifras bucea por un imaginario de referentes populares que permiten que lo performatico y político de su escena no se encapsule en un discurso cerrado, sino que se abra y devele la fisura que hay tras el aparente bienestar de un país que  sintomatiza en el cuerpo de los seis interpretes en escena,  la violencia implícita de su modelo.

Pablo Zamorano, quien ha desarrollado parte de su carrera fuera de Chile, y quien además hace poco lanzó el libro de su autoría “Un cuerpo otro”, donde aborda el tema de la creación y la interpretación en danza, para estas fechas trae de vuelta sus Prácticas de vuelo, obra con la que el joven director pone la mirada en el lugar de la historia de la danza en Chile y sus precursores, y también en el sujeto como creador e intérprete encarnando su historia.

Y para quienes quieren explorar mas en la diversidad temática y de  lenguajes coreográficos, Chery Matus y Betania González, a través de Santiago a Mil, con Desplazamientos nos acercan a seis ejercicios escénicos, cada uno bajo la dirección de distintos creadores y sus diversas propuestas.

Sin fronteras: lo que se viene en danza internacional  

Por otro lado, y muy bienvenida es la danza internacional que nos trae Santiago a Mil, la que este año partió con entradas agotadas con bastante  anticipación para las funciones de Another Distinguée, de la coreógrafa española María La ribot y Moving with Pina  de Cristiana Morganti. Vale la pena mencionar  igualmente estos eventos, porque muestran la fuerza y vigencia de estas exponentes de la danza europea, que en el caso de La Ribot, quien se presentó  en Centro Nave, con Another Distinguée, nos mostró como el cuerpo puede quedar expuesto al arbitrio de la memoria y del olvido. Y en el caso de Cristiana Morganti, bailarina italiana que por décadas fue parte de la compañía Tanztheater Wuppertal, en Moving with Pina expone parte de los cómo y por qué de la creación de Pina Bausch, quien cambió la historia de la danza con su genialidad al indagar desde sus comienzos en lo que hoy reconocemos como danza teatro.

Y para quienes quieren disfrutar de un despliegue técnico de gran nivel, con una bella puesta en escena, sonora y visual, llega Frame of mind / Lux tenebris de la Sydney Dance Company, prestigiosa compañía australiana.

En otra línea el grupo argentino krapp, trae con humor, ironía y mucha visualidad preguntas sobre el pasado y y lo que posible vendrá en El futuro de los hipopótamos.

Transgrediendo  o hilvanando los limites del teatro, la danza y la performance, la compañía integrada por artistas sirios y libaneses Koon Theater Group, trae Above Zero, montaje crudo y muy físico que se sumerge en la realidad del temor y de la guerra.

Fuera de las salas, desde Francia, gratis y en varias comunas se presentará Centaures / Still life, del destacado coreógrafo francés Angelin Preljocaj. Gran oportunidad de ver un montaje maduro, de gran vigencia y encanto.

También gratis y en las calles podremos ver Every-one de Willi Dorner, intervención callejera realizada por un grupo de bailarines que se mueven en sorprendiéndonos con su reflexión sobre lo cotidiano en la ciudad..

Gratuitas, pagadas, en sala o en espacios públicos, son varias las ocasiones que aún tenemos hasta el 21 de enero, para acercarnos a disfrutar y conocer más de la fuerza expresiva y excelencia de la danza contemporánea presente en la versión 2018 del Festival Internacional Santiago a Mil.

Puedes revisar la programación completa aquí.

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