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Crítica de TV: Un año malena en cuanto a teleseries

Por: Elisa Montesinos | Publicado: 27.12.2018
Crítica de TV: Un año malena en cuanto a teleseries Captura de pantalla 2018-12-27 a las 1.23.50 |
No quiero ponerme melancólica. Hay ejemplos de teleseries que tenían todo para ser una leyenda como «Isla Paraíso», pero se cayeron en lo más obvio. Por otro lado, ahora que soy columnista, y me va bien, he tenido que ponerme al día. Los periodistas me llaman pa’ saber mi opinión y creen que soy como la última televidente de teleseries en Chile, como una especie en extinción. Por eso no quiero dejar de mencionar el cierre del área dramática de TVN. Qué pena más grande.

Los chiquill@s de Desconcierto me pidieron que votara por lo que me había gustado, y por lo malito de este año. En realidad, así como que votara, nunca tanto. Si no soy jurado del Festival de Viña. Lo que pasa que como ahora soy columnista, me creo importante. Acá en el edificio desde que mi pelao comentó que soy la famosa Señora Juanita, pa’ todo es señora Juanita pa’ acá, señora Juanita pa’ allá. Me cambió la vida, si soy hasta presidenta de la junta de vecinos. Quién lo diría que ya entrada en años le daría por fin el palo al gato.

Bueno, vamos al grano como dijo el dermatólogo. Voy a partir así nomás al tun-tun.

Verdades Ocultas, (que viene del 2017) la teleserie de la tarde de Mega, es la típica teleserie que no tendría por qué ser buena. La historia de la cabra chica adoptada, o más bien vendida, que a los años se encuentra con su verdadera familia, no es nada nuevo bajo el sol. Pero funciona, porque es una teleserie que no quiere convencer a nadie, porque ya está. El casting de Matías Oviedo (Tomás Valencia) con la niña Camila Hirane (Rocío Verdugo), no puede haber sido mejor hecho, eso sumado al rescate de Osvaldo Silva y la cabra Rocío Mackenna (Javiera Díaz de Valdés), está a las mil maravillas. Es un ejemplo de que una teleserie sin tanta parafernalia, sin tanta alharaca, corre solita. Uno ve a las chiquillas y les cree altiro. No tiene enredos, ni se van por las ramas. La sencillez a veces es una virtud. Tomen apuntes cabros del 13.

Verdades ocultas, un ejemplo de que el melodrama no está agotado y puede seguir funcionando. La escena de Rosita y Rocío (las hermanas), cuando se reencuentran y se cuentan la verdad (Capítulo 102), me la lloré toda, parecía María Magdalena, pucha las cabras talentosas, si en ningún momento pensé que estaba viendo la TV. Mención aparte el chiquillo Oporto como guionista (ideal orginal), le salió gente al camino al gran Pablo Illanes. Dos talentos indiscutibles del culebrón chileno.

Ahora es el turno de Si yo fuera rico, malita la teleserie. Es como la típica teleserie hecha para ganarle a los del Mega, con la diferencia que fue hecha en Mega. ¿Se han fijado que los otros canales para ganarle a las teleseries de Mega hacen cualquier cosa? Se les nota la desesperación, como que no creen en lo que hacen y tiran toda la carne a la parrilla, pero si tratara solo de tirar toda la carne a la parrilla nomás hace rato que Mega estaría derrotado. Por eso es raro que desde Mega mismo haya salido Si yo fuera rico. Hay que estar bien desesperado creativamente para hacer una teleserie acerca de ganarse el Loto. Es como el último recurso. Ya estamos hartas del cliché del porte de una casa, de historias donde el dinero es el protagonista. Además la comedia es bien fome, plagada de lugares comunes y farandulera. Ni Zabaleta salva en su papel de hiperventilado.

Isla Paraíso es buena, me gusta. Pero tiene un pequeño gran problema. Yo como mujer veo que es una historia para otra época. Parece trata de personas la cuestión. Una isla de puros hombres donde llegan las mujeres y son vistas como objeto. Los colores y cada una de las historias están entretenidas, me hace recordar a Sabatini en su época de gloria. Pero tiene un error de origen. ¿Por qué no una isla de puras mujeres donde llegan los hombres a vivir? ¿Ah? ¿Hasta cuándo le damos con la misma leserita? Si hasta los concursos de belleza de mujeres están en bajada.

De la otras dos teleseries que este año sacó al aire el 13, ya dije lo que pensaba. Pacto de Sangre, una teleserie que deja bastante que desear, los cuicos que matan a una chica pobre. Y La reina de Franklin, que parece una teleserie mexicana, donde Javiera Contador está en un spot comercial de tienda. Un completo fracaso, que según leí por ahí, es casi la teleserie menos vista de la historia.

Este año ha sido malena en cuanto a las teleseries. No quiero ponerme melancólica. Hay ejemplos de teleseries que tenían todo para ser una leyenda como Isla Paraíso, pero se cayeron en lo más obvio. Por otro lado, ahora que soy columnista y me va bien he tenido que ponerme al día. Los periodistas me llaman pa’ saber mi opinión y creen que soy como la última televidente de teleseries en Chile, como una especie en extinción. Por eso no quiero dejar de mencionar el cierre del área dramática de TVN. Que pena más grande. María Eugenia Rencoret, escúchame, sé que me lees. Tú eres la mejor de todos los tiempos. Cuando te aburras de Mega, vuelve a tu casa, vuelve a TVN y hazla grande nuevamente. Tú eres la única que puede hacerse cargo de ese buque y darle a los chilenos lo que necesitan. Eso, felicidades y que el 2019 venga más enjundioso, con mejores teleseries, para seguir comentando con uds chiquillos. ¡Champaña y caramelos para tod@s!

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