CINE | Mad Max: seca persecución en llamas

Este cóctel desértico de leche materna, bencina, sangre y arena con fuego es la última genialidad de George Milller, el mismo cineasta que hace dos décadas creo al personaje encarnado en la trilogía original por Mel Gibson. Hoy, así como ha sucedido con tanto superhéroe, somos testigos de una nueva versión de la historia del loco piloto que sobrevive en un escenario con escasez casi total de agua, peleando por balas y gasolina.

Por demente que parezca, esta película con tormentas de arena y relámpagos, que en síntesis es una persecución, tiene un discurso que enaltece a la mujer. El capítulo del que somos testigos acontece en un rango de tiempo de no más de tres días y narra el arriesgado escape de Imperator Furiosa, interpretada por la enorme Charlize Theron, en una fuga a través del desierto hacia el origen. Hacia lo verde, el terreno fértil. Y no se escapa sola, esto es épico porque en su enorme camión locomotora, también lleva a las esposas del gobernante tirano Joe el inmortal. Son las mujeres y la semillas la esperanza en este cuento. Max Rockatansky, interpretado por el a prueba de todo Tom Hardy, pese a ser nómada está metido justo donde apuntan las balas, casi por azar y tiene la oportunidad de redimirse ayudando a las mujeres que representan la esperanza y el futuro de la humanidad.

Toda la muerte la arrastran el opresor y sus secuaces, reclamando a las mujeres como su propiedad. Al ritmo de un rock desértico, con fuertes tambores y hasta guitarra eléctrica, esta caza incluye a hordas de soldados al volante y kamikazes que deciden suicidarse por el tirano, con la promesa de una entrada al Valhalla. Esto es un remake y también es un extraña mezcla de mitología con cultura pop en una oda post apocalíptica norteamericana.

Vaya a ver Mad Max: Furia en el Camino. Es de esas películas que lejos de la pantalla grande pierden espectacularidad. No se pierda la oportunidad, seguro alguno por ahí no vio Matrix o el Club de la Pelea en el cine y bien en el fondo se arrepiente de haberse subido tarde a esos trenes. No se queden debajo de este camión locomotora conducido por Charlize Theron, crucen en caravana el desierto con sobredosis de rock, sangre, sudor y también algo de lágrimas, pero sobre todo fuego y explosiones y persecuciones que rinden un hermoso homenaje a las películas que hace décadas se hacían con bajos presupuestos, infinito esfuerzo creativo e imaginación.

Hoy el cine digital hace posible que se creen escenarios verosímiles, pero simplemente impresionantes, tan llenos de detalles que el espectador puede rozar la hipnosis y sentirse dentro de la película. Para quienes fueron niños en los ochenta y noventa, este será un gran año en cuanto a la actualización de sagas de ciencia ficción y Mad Max ha dejado la vara muy alta.