Avisos Legales
Opinión

Refichaje: posibilidad de un fraude

Por: Eduardo Hernández Navarro | Publicado: 11.03.2017
Refichaje: posibilidad de un fraude servel |
Como dice la antigua máxima, «Inventa lege, inventa fraude»: hecha la ley, hecha la trampa. Es necesario poner atención en los diversos forados que existen en el sistema implementado por el Servicio Electoral.

El próximo 14 de abril vence el plazo preliminar para que los partidos políticos puedan “refichar” o fichar militantes –nuevos o antiguos- en al menos tres regiones continuas u ocho discontinuas. Si logran inscribirse bajo estos términos, tendrán la posibilidad de extender el plazo hasta agosto para seguir inscribiendo otras tres regiones o convertirse en un partido nacional y así poder llevar candidatos a parlamentarios y presidente, sin tener que juntar las firmas independientes que exige la ley.

Hay partidos políticos que no la tienen nada de fácil. La crisis de legitimidad ha permeado a todas las colectividades, haciendo que esta meta para algunas sea prácticamente inalcanzable a la luz de las cifras que ha publicado el propio Servel.

Pero como dice la antigua máxima, «Inventa lege, inventa fraude»: hecha la ley, hecha la trampa. Es necesario poner atención en los diversos forados que existen en el sistema implementado por el Servicio Electoral.

Si bien el Servel se mostró duro en su último comunicado, donde reafirma la norma y la cantidad de firmas necesarias para competir en primarias, la fórmula implementada por en el marco del refichaje deja mucho que desear.

Lo primero que hay que analizar es que el fichaje “electrónico” consiste en el envío de la cédula de identidad vía mail al Servel; si la persona no reclama, queda matriculada. Todos sabemos que hacer un correo mail, escanear una cédula de identidad y enviarla por correo, es un ejercicio que no tiene mayor complejidad.

Por su parte, el Servel ha señalado que el sistema de control que llevará será revisar que el correo desde donde se envíe la cédula de identidad del futuro militante se utilice una sola vez. Cabe señalar que la ley indica que este trámite debe ser realizado de forma personal e indelegable, lo que claramente no se garantiza con un mail.

Asimismo, como militante, sé que los partidos políticos poseen archivos donde guardan copia de las fichas de sus militantes anexadas a la fotocopia de la cédula de identidad. En el peor de los casos, muchas instituciones -públicas y privadas- manejan esta información. Dado esto, la venta ilícita de bases de datos de cédulas de identidad, es una posibilidad probable, tal como ocurría, según relatos de algunos militantes, en los años 90′.

Pero lo más grave es lo que han denunciado diversos actores del Frente Amplio, y es que el Servel dio la posibilidad a los partidos ya constituidos de fichar militantes nuevos, sin la necesidad de un notario ni ningún tipo de ministro de fe. Estos militantes se suman al porcentaje exigido en la ley, lo que constituye otro gran forado para ingresar fichas fraudulentas.

A esto hay que sumar el error de padrón que hubo en las elecciones municipales. Recordemos que hubo 485.000 personas con un domicilio electoral que no les correspondía, situación por la que no pudieron votar, afectando sin distinción a alcaldes y vecinos de a pie. De haber ocurrido esto en otro país, hubiese sido sujeto de un duro cuestionamiento internacional.  Sin embargo, como ocurrió en Chile, el poder calló, siendo focalizado el pataleo a pesar de la gravedad de la situación. Cabe señalar que el error inicialmente estaba contabilizado en el domicilio de 7.8 millones de chilenos y chilenas.

Para rematar, el plazo que se fijó para realizar la reclamación, si se detecta algún fraude, es de 72 horas y vía carta escrita o vía web. A mi juicio ese plazo es ridículo e insuficiente para millones de chilenos que trabajan, que no alcanzan a ir al Servel en su limitado horario atención o que simplemente no manejan un computador.

Espero que se comprenda que estas líneas son escritas sin un ánimo destructivo o de bullying como insinuó el senador Andrés Zaldívar, muy por el contrario, creo que mientras más riguroso sea el procedimiento, más se fortalece nuestra democracia.

La sistemática e histórica corrupción política-económica, y de nuestras instituciones en general, hace que el ciudadano de hoy sea más crítico y escéptico, por lo que creo es casi un deber patriota tener que plantear esta tesis, la que no sale de los parámetros de este pequeño House of Cards llamado Chile.

Eduardo Hernández Navarro