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Bochorno internacional: El día en que Lagos y la DC apoyaron el golpe de Estado en Venezuela

Por: El Desconcierto | Publicado: 13.04.2017
Bochorno internacional: El día en que Lagos y la DC apoyaron el golpe de Estado en Venezuela |
En estas fechas se conmemoran 15 años del fallido golpe de Estado contra el gobierno de Hugo Chávez, liderado por sectores empresariales de Venezuela. El gobierno de Chile fue uno de los pocos que apoyaron dicha intervención, aún cuando lo primero que hizo el autojuramentado presidente Carmona fue barrer con toda la institucionalidad del país.

El 11 de abril de 2002, en medio de una huelga general de 3 días, el gobierno de Hugo Chávez sufrió un golpe de Estado orquestado por la oposición, el sector empresarial y una parte minoritaria de las Fuerzas Armadas.

Venezuela vivía procesos tensos momentos económicos y sociales, marcados esos días por la huelga de tres días convocada por sectores opositores al gobierno bolivariano. El último de esas jornadas de protestas terminó con 19 muertos y cientos de heridos.

Esos hecho provocaron que, en la madrugada del 12 de abril, el Alto Mando Militar venezolano declarara vacante el puesto de la presidencia de la República: «Los miembros del Alto Mando Militar de la República Bolivariana de Venezuela deploran los lamentables acontecimientos sucedidos en la ciudad capital en el día de ayer. Ante tales hechos, se le solicitó al señor Presidente de la República la renuncia de su cargo, la cual aceptó. Los integrantes del Alto Mando ponen sus cargos a la orden los cuales entregaremos a los oficiales que sean designados por las nuevas autoridades», aseguró el general Lucas Rincón Romero.

Pero Chávez, en realidad, nunca renunció. El presidente fue detenido por los militares y trasladado a prisión. Pedro Carmona, quien hasta ese momento era empresario presidente de la Fedecámaras, la organización que convocó a las huelgas, se autojuramentó como nuevo Presidente de la República, en una situación alejada de cualquier mínimo de regularidad y democracia, rodeado de militares y empresarios.

47 horas duró el golpe de Estado, conocido como el Carmonazo. El presidente de facto firmó una serie de decretos para barrer con la institucionalidad venezolana: Disolvió el Parlamento, el Tribunal Supremo de Justicio, el Consejo Nacional Electoral, y removió de sus cargos a todos los gobernadores, alcaldes, concejales, al Fiscal General, al contralor y mandó a llamar a todos los embajadores.

Chile reconoce el nuevo gobierno

Estados Unidos, España, El Salvador, Colombia y Chile. Esa es la lista de países que reconoció al nuevo gobierno de Pedro Carmona en Venezuela. El primero fue nuestro país, gobernado por Ricardo Lagos y con Soledad Alvear (DC) en el ministerio de Relaciones Exteriores.

“El gobierno de Chile lamenta que la conducción del gobierno venezolano haya llevado a la alteración de la institucionalidad democrática, con un alto costo de vidas humanas y heridos, violentando la Carta Democrática Interamericana a través de esta crisis de gobernabilidad”, señaló una declaración pública del gobierno chileno, leída por el entonces embajador en Caracas, Marcos Alvarez.

Después, cuando la gente en Venezuela supo que Chávez no había renunciado y se trataba de un golpe salió a las calles a protestar contra el autodenominado Presidente. Los militares, en su mayoría chavista, también se alzaron contra sus pares que provocaron el golpe.

El presidente constitucional salió del cautiverio y se recuperó el orden constitucional en Venezuela. Y a la luz de los hechos, en Chile se dieron cuenta del bochorno. Lagos y Alvear culparon a Álvarez y le pidieron la renuncia.

El ex embajador respondería años después en una entrevista: «A mí no me llamaron ni me consultaron para este tipo de reacción. Es exclusivamente responsable la Cancillería… A mí me cargaron este ‘muertecito’ y nunca me lo he podido sacar».

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