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Opinión

¿Otra cosa es con guitarra?

Por: Ricardo Candia Cares | Publicado: 15.10.2017
¿Otra cosa es con guitarra? La Legua | Foto referencial
Esos escuadrones perfeccionados en el arte de la represión de estudiantes y trabajadores, ¿no tienen el coraje para entrar con la misma pachorra y decisión a los barrios tomados por la delincuencia?¿Será que otra cosa es con guitarra?¿Será que solo son valientes ante niños, mujeres y ancianos desarmados? ¿Será que se les quedó en el alma la cultura de la tiranía, esa que era valiente con enemigos rendidos, amarrados, torturados, drogados y ya casi muertos?

Carabineros de Chile luce sus despliegues aéreos, motorizados, blindados, armados hasta la nausea en contra de pacíficas comunidades mapuche, emulando a los Boinas Verdes que asolaron Vietnam.

¿Por qué no hacen lo mismo en la Legua luego que un tiroteo que ha durado tres días y que puede ser escuchado desde varios puntos de Santiago y que ya cobrado víctimas inocentes entre muertos y heridos, mantiene aterrorizado a los habitantes?

Según el ex subsecretario del Interior, “Pancho” Aleuy, el armamento que utilizan los mapuche puede haber llegado desde Argentina. De hecho, viajó al país vecino para coordinar con su colega de allende Los Andes las medidas para el control de tal lesivo tráfico, cerrando de paso, las posibles entradas clandestinas al país.

¿Sabrá el sagaz compañero socialista y subsecretario del Interior desde dónde se trae el armamento que utilizan las bandas de narcos que aterrorizan a la población de la zona sur de Santiago?

Se logra descifrar los mensajes que se enviaban, según el subsecretario Aleuy, los fiscales y la inteligencia policial, los dirigentes mapuche cazados mediante la aplicación de la Operación Huracán, para la coordinación previa, la acción misma y los posteriores festivos comentarios de sus fechorías terroristas.

Esos mismos sofisticados y eficientes equipos de inteligencia policial, ¿habrán podido desencriptar los mensajes de los narcos que se tirotean en no más de diez cuadras a la redonda, casi en pleno centro de Santiago?

Las marchas de los estudiantes y los respondones de siempre que exigen respeto a sus derechos y reivindicaciones, son siempre, sin excepción, reprimidos de la manera más salvaje por el Cuerpo de Carabineros, lo que incluso ha obligado a organismo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas a recriminar fuertemente al gobierno por el uso excesivo de la fuerza y por torturas aplicadas a cabros estudiantes que no han cometido delito alguno.

Esos escuadrones perfeccionados en el arte de la represión de estudiantes y trabajadores, ¿no tienen el coraje para entrar con la misma pachorra y decisión a los barrios tomados por la delincuencia?

¿Será que otra cosa es con guitarra?

¿Será que solo son valientes ante niños, mujeres y ancianos desarmados? ¿Será que se les quedó en el alma la cultura de la tiranía, esa que era valiente con enemigos rendidos, amarrados, torturados, drogados y ya casi muertos?

¿En donde quedó la sagacidad de la inteligencia policial en el robo más grande en la historia del país, 28 mil millones no es precisamente un coco de mono, perpetrado por oficiales de alta graduación, encima, bajo y al lado de las barbas de otros oficiales de también alta graduación, muchos de ellos expertos en inteligencia?

En la población La Legua, intervenida por Carabineros desde hace dieciséis años, se libra una guerra la policías muy bien gracias. Y del tiroteo que ha durado más de tres días y que ya cobró un muerto y tres heridos, no se sabe quiénes lo protagonizaron ni por qué, qué tipo de armas se utilizaron ni de donde proceden.

Al mes de marzo del año pasado, estaban desplegados en las regiones del Bío Bío, Araucanía y Los Ríos, 1.389 funcionarios de Carabineros, 50 vehículos blindados y 93 semiblindados, sin contar los drones, helicópteros y aviones, además del personal de la equipos antiterroristas de la Policía de Investigaciones, de la ANI y otros agentes secretos de las ramas de las Fuerzas Armadas.

Todo para proteger a las empresas forestales que cumplen en rol de  avanzada contrainsurgente del Estado chileno para arrinconar al mapuche por medio de la degradación de sus tierras.

Resulta poco presentable matar al mapuche. No así matar la tierra.

Mientras tanto, el resto del país está a merced de la delincuencia que no da tregua, que obliga a la gente decente a vivir encerrados, enrejados y con miedo.

 Y por cierto, en algún lugar del Caribe, uno de los mentores de este paradigma, el compañero ex subsecretario Pancho Aleuy, toma el sol.

Ricardo Candia Cares