Proyecto de físico chileno busca reemplazar a los políticos con un sistema de inteligencia artificial

César Hidalgo es director del grupo de aprendizaje colectivo de Media Lab del MIT y hoy se encuentra desarrollando uno de sus proyectos más ambiciosos y rupturistas: se trata de una propuesta que busca reemplazar a los representantes políticos con inteligencia artificial. 

«La democracia tiene esta idea de que la gente tiene que ejercer el poder, pero como las personas no pueden ejercer el poder de manera directa, se elige a un representante, y ese representante es un cuello de botella en el sistema al que, cualquiera que desee capturar a la democracia, debe capturar también», explicó el físico de la Universidad Católica a El Mercurio.

Hidalgo comenzó a trabajar en la búsqueda de tecnologías que faciliten la participación política a través de una especie de representante artificial. Su propuesta fue presentada la semana pasada en una charla TED y ha sido bautizada como una especie de «Democracia Artificial».

Al respecto, señala que «imagínate un futuro en el cual cada persona tiene un senador personalizado, pero ese senador personalizado no es una persona, es un software, un agente de inteligencia artificial, que toma datos sobre tus hábitos de lectura, sobre tus interacciones en redes sociales, tu test de personalidad, información que tú le provees a esa persona virtual para que te represente cada vez que una ley o una legislación se va a votar».

El físico argumenta que los políticos de diversas tendencias han logrado decepcionar a la ciudadanía, lo que se refleja en la baja de participación que se ha registrado en todo el mundo.

«La democracia tiene esta idea de que la gente tiene que ejercer el poder, pero como las personas no pueden ejercer el poder de manera directa, se elige a un representante y este representante es un cuello de botella en el sistema al que, cualquiera que desee capturar a la democracia, debe capturar también», sostuvo.

La propuesta buscará cruzar la nueva legislación con los datos de la persona y le entregará un veredicto sobre cómo debiese votar. A largo plazo, la idea es que las personas puedan poner el sistema en piloto automático «para que continúe tomando las decisiones por ellos».