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¿Podría volver Patria y Libertad?: Tres preguntas a Gabriel Urzúa, protagonista de Araña

Por: Elisa Montesinos | Publicado: 11.09.2019
Estrenada hace menos de un mes, la última película de Andrés Wood trae al presente a un grupo que se ha querido olvidar. Jóvenes oligarcas y violentos, que en ese entonces no dudaron en tomar las armas para intentar derrocar a Allende. El filme muestra a tres de ellos paseándose tranquilamente por Santiago, pese a cargar con un crimen en sus espaldas. Esto es lo que el actor Gabriel Urzúa reflexiona tras haber participado en «Araña».

-¿Qué información tenías sobre Patria y Libertad antes de filmar Araña y cómo cambió tu visión?

-La información que tenía de Patria y Libertad antes de filmar la película en realidad era bien poca. Información que recibí con los años, de estar en la universidad, de la visión que tenía mi padre sobre ese grupo, pero era bien vago. Sabía que pertenecía a ideas vinculadas con la extrema derecha, que era un grupo nacionalista y que de alguna manera eran los que le estaban haciendo frente y habían hecho ciertas cosas para derrocar el gobierno de Allende. Entrar en la película me hizo verlos como un grupo de gente que cree en ese tipo de ideología y la disposición que tenían para hacer lo que fuera por sacar al gobierno de Allende, en una época que estaba así de ideologizada. Tengo una visión mucho más terrible que antes. Era un grupo basado en hacer creer a la gente cosas que no estaban ocurriendo, crear por ejemplo ese funeral de Roberto Thieme, que posteriormente quedó a los ojos de la luz pública explicitado como una mentira.

-¿En qué consistió tu preparación para poder encarnar a Justo, un personaje bastante violento y nacionalista?

-Fue muy cercana a lo que estaba proponiendo el guión de Guillermo Calderón, que también trabajó con Andrés Wood en eso. Entre los ensayos, las imágenes que tenía el director y las que a mí me parecían de alguien que podía ser la persona detrás de esos textos, es que resultó este Justo joven que armamos. Por otro lado, vimos un documental que se hizo en Alemania sobre Patria y Libertad, que de hecho aparecen imágenes en la película, y eso también me sirvió como referente para ver en términos físicos quiénes eran estas personas militantes de Patria y Libertad, cómo se cuidaban el look, la vanidad que tenían –que de alguna manera tiene harto que ver con Justo–, y ser parte de un sector más pije de esa época. Así se fue construyendo el rol.

-¿Te preguntaste durante el rodaje y posterior estreno qué pasaría si volviera Patria y Libertad hoy? ¿Es algo que ves como factible?

Me imagino que tiene que ver con el contexto de una época bastante más ideologizada que esta. Sin embargo, estoy seguro que hay muchos grupos que tienen otros nombres y que tienen la misma ideología. Quizás están más disgregados que lo que pudo haber generado Patria y Libertad, con el revuelo que causó a nivel país, pero yo creo que sí hay varios grupos que representan esta idea nacionalista y que están vinculados con la idea que se expone en la película. De hecho creo que sí es algo que se pensó en todo el rodaje. La película pretende mostrar más el presente que la idea histórica de Patria y Libertad. Se ocupa como una excusa para ver lo que puede estar generando la llegada de los inmigrantes o la posición sobre cualquier tipo de minorías: antihomosexuales, antinmigrantes o racistas, nacionalistas. 

 

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