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La importancia de la política de Izkia Siches

Por: Francisco Mendez | Publicado: 25.03.2020
La importancia de la política de Izkia Siches Izkia Siches | AGENCIA UNO
En días en que todo enfrentamiento político parece complejo ante los ojos de ciudadanos atemorizados, Siches ha tenido la inteligencia de la que varios en La Moneda parecen carecer. En un contexto en el que parece importante establecer una unidad entre diversas autoridades públicas y gremiales, esta mujer, claramente opositora al gobierno, ha sabido transmitir lo importante de una autoridad fuerte e implacable en materia sanitaria, debido a que lo público ha recobrado una significancia extremadamente fundamental.

En días en que el coronavirus ha marcado toda la agenda noticiosa nacional e internacional, el actuar del gobierno, con sus acciones y omisiones, ha estado en la palestra de manera intensa. Varias voces, desde la observación crítica, han intentado hacer un llamado a autoridades que dicen que escuchan pero, muchas veces, parece que lo hicieran poco.

Una de esas voces ha sido la de la joven presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches. La doctora y dirigente gremial para algunos ha sido el contacto con la ciudadanía, más aún cuando la voz antagonista parece ser un ministro de Salud más concentrado en ironizar y tratar de botar por la borda todo tipo de estrategia medianamente inteligente para gestionar y luego comunicar.

En días en que todo enfrentamiento político parece complejo ante los ojos de ciudadanos atemorizados, Siches ha tenido la inteligencia de la que varios en La Moneda parecen carecer. En un contexto en el que parece importante establecer una unidad entre diversas autoridades públicas y gremiales, esta mujer, claramente opositora al gobierno, ha sabido transmitir lo importante de una autoridad fuerte e implacable en materia sanitaria, debido a que lo público ha recobrado una significancia extremadamente fundamental.

Ante su protagonismo, como era de esperar, aparecen quienes la endiosan y quienes la miran con enfado. Los primeros pertenecen a ese sector progresista que anda buscando santitos más que líderes; seres impolutos más que personas que sean capaces de conducir un cierto relato. Los segundos, en cambio, que son parte de una derecha siempre temerosa y rabiosa, se han dedicado a buscar en sus redes sociales todo tipo de acción particular que pueda manchar su figura, como también han iniciado una campaña para que renuncie a su cargo, debido a que fue a marchar con su gremio para el día de la mujer, acusándola de irresponsable.

¿Dónde estaría la irresponsabilidad? ¿Es Siches una autoridad pública de la que dependan millones de personas? No, no lo es, por lo tanto, su actuar público ante las medidas del Ejecutivo sí tienen un mayor valor, al tratar de colaborar con quienes pareciera viven de una autosuficiencia que no tienen. Porque si hay algo que ha demostrado esta crisis, es que no hay peor campaña electoral que esa que no tiene en consideración que realmente podrán pasar cosas que no podrás gestionar tan bien como dices en tus recorridos buscando un voto. Y que quien pretende renunciar a la política para ejercer el principal cargo político del país, jamás podrá solucionar problemas públicos con demasiada inteligencia.

Sin ser ese ser sacro que cierto progresismo busca, ni menos esa malvada e irresponsable dirigente gremial que la desesperada y desquiciada derecha intenta caricaturizar, Izkia Siches ha puesto en escena lo importante del ejercicio político en circunstancias como estas; y lo ha hecho astutamente, buscando una conversación fluida con quienes no quieren conversar, sino actuar y no mostrar falencias ni reconocerlas, porque es lo único que les queda para mantener un poco de autoestima como administración y sector político.

Hoy este gobierno ha intentado hacer todo sin hacer nada realmente. No ha dado su brazo a torcer y cada vez que tiene instancias con expertos, estos no parecen contentos con la poca transparencia de gobernantes que parecen negarse a la idea de una ayuda que, en estos casos, sirve. A lo que también parecen negarse es a que, independientemente de si las medidas que toman son buenas o malas, estas deben conversarse y racionalizarse antes de implementarse. Y en Palacio parecen no racionalizar nada.

Francisco Mendez