Fiscalía aporta nuevos antecedentes sobre denuncias por violación y abuso sexual contra Pradenas

“Lo que ocurrió a Antonia iluminó las conductas criminales de Pradenas de por lo menos una década”, manifestó esta mañana el fiscal Miguel Rojas en la audiencia de formalización de Martín Pradenas, acusado de violar y abusar sexualmente de cinco niñas y jóvenes, entre ellas Antonia Barra, quien se suicidó luego de sufrir esta agresión sexual. Los hechos de violencia se identificaron desde 2010 hasta el 18 de septiembre de 2019, señaló el fiscal a cargo de la investigación.

Uno de los casos es el de P* ocurrió en noviembre de 2010. Ella era una ex compañera de colegio, era menor que Pradenas y fue a su casa porque vivían cerca. Una vez en su domicilio, él se va a la habitación de sus padres, la llama y ella lo encuentra en calzoncillos. Con fuerza la toma, la tira a la cama y se sube arriba de ella tocándola. Nunca contó por miedo a que no le creyeran. Se quedó en shock porque era chica, hasta ese momento no había tenido experiencia sexual, por eso quedó inmóvil. Le quitaba las manos, pero él seguía. Solo con el tiempo le contó a una amiga. Cuando supo lo de Antonia revivió todo lo ocurrido y decidió denunciar a la Fiscalía. Sintió que se había sacado un peso de encima.

El Ministerio Público dio a conocer el testimonio de una amiga suya que asegura que P no quería ir a lugares donde iba Pradenas. Si sabía que iba Martín, ella desistía. Su amiga le sugirió denunciar lo que había pasado y ella le dice que no porque a su entender no tenía pruebas.

“Se realizaron pericias y también un informe sexual, evaluado por especialistas, que indica que a los 16 años Pradenas la tocó en su vagina y pechos. Su relato cuenta con elementos de fiabilidad y declaraciones contenidas en carpetas sobre agresiones sexuales descartan el consentimiento”, indicó la Fiscalía.

La segunda víctima C* tenía 13 años y reveló lo ocurrido durante el verano de 2013. Fue con su amiga hasta la casa de Pradenas cuando él estaba con su amigo Rodrigo Morales. Después de un rato, ella le preguntó dónde estaba el baño y él se ofrece para llevarla. Abre la puerta de su dormitorio la empuja, se lanza sobre ella y le empieza a dar besos. Él le saca la polera y le quita los sostenes. Ella no sabía cómo sacarlo. Tenía miedo. Le estaba desabrochando su pantalón y logra salirse. Baja llorando y le dice a su amiga que se vayan. No le cuenta a nadie. “No hizo la denuncia porque lo normalicé, pensé que yo estaba mal, no sabía que eso era abuso sexual”, relató a la Fiscalía de acuerdo al relato que dieron a conocer esta mañana. A la vez, explicaron que esto la llevó a comenzar con terapia psicológica porque empezó a sentir un rechazo por los hombres que le ha generado problemas en sus relaciones posteriormente. Luego habla con el papá de Antonia y presta declaración.

Testigo de este caso es su amiga con quien concurrió a la casa de Pradenas. Ella vio que subió al baño y bajó al rato muy afectada diciéndole que se fueran. Cuando iban caminando le contó todo muy angustiada. Morales también declaró, confirmando que habían asistido a las dos niñas. También la Fiscalía indicó que existe análisis pericial que aportan descripciones y elementos de fiabilidad.

La tercera joven, V*, denunció ser violada en abril de 2014 en una fiesta a la que fue en semana santa donde se encontraba Pradenas. Esto fue en la casa de una amiga que también era amiga de Pradenas. Ella se había quedado sola ese fin de semana así que hicieron un grupo para ir a una discoteque. Tomaron pisco y tequila y estuvieron en el lugar hasta la madrugada. Luego vuelven a esa casa.

La Fiscalía relató que ella estaba ebria, se sintió muy mal, y se fue a acostar al dormitorio de su amiga. Se quedó con la ropa que llevaba. Pradenas subió hasta la pieza, se acostó al lado de ella y empezó a tocarla. Ella trató de impedirlo, pero no podía. Alguien encendió la luz y ahí pudo ver que se trataba de Pradenas. Ella comienza a llorar. Con el tiempo, dijo que nunca había hecho la denuncia porque nadie le creería. Esa misma noche escuchó comentarios del tipo ‘para que llora si igual le gusta’ que le fue creando sentimiento de culpa. Nunca más tocó el tema porque se sentía avergonzada. Con el tiempo cuando iban a la disco, Pradenas se burlaba de ella.

V pasó por un momento de depresión, incluso tuvo intentos de suicidio. Cuando supo del suicidio de Antonia, reflotó la agresión de la que había sido víctima. Le contó a su familia y decidió denunciar a la Fiscalía. Pradenas desconoció todo lo dicho por ella.

La cuarta joven, F*, al igual que en los hechos anteriores, relató lo que ocurrió en noviembre de 2018. Junto a dos amigas fueron al cumpleaños de Rodrigo Morales, a su casa. Llegaron cerca de las 1 de la mañana y también estaba Pradenas. Ella no recuerda nada de la fiesta, solo que estaba teniendo relaciones con Pradenas. Él la tenía de las manos, estaba muy ebria y al otro día amaneció muy adolorida.

F no se acordaba de nada, ni siquiera sabía quién era Pradenas. Cuando le contaron, lo buscó por Facebook para reconocerlo. Ahí se da cuenta que es el pololo de su vecina. Francisca observó muchas veces a Pradenas ir donde su vecina. Ella se escondía, incluso abajo del auto, como declaró su mamá. Hay una foto que aporta Francisca donde aparece Pradenas en un segundo plano durante esa fiesta. Su amiga atestiguó que Francisca se culpó por haber bebido y quiso olvidarlo. “Decía que por tomar le pasaba. Cambio desde eso, incluso, dejó de salir”, declaró.

Sobre este último caso, la Fiscalía explicó que hay elementos para dar cuenta de la falta de consentimiento sexual y contradicciones importantes con las declaraciones de Padrenas.

Sin embargo, el juez del tribunal de Garantía acogió la solicitud del abogado defensor de Pradenas, Gaspar Calderón, de prescribir y sobreseer los hechos ocurridos a la primera joven, la denuncia de 2014, porque había cumplido 18 años. “La querellante, nació el 18 de abril del año 1995 y cumplió 18 años el día 19 de abril del año 2013. Por lo tanto, a la época de los hechos denunciados era mayor de edad y tenía 19 años«, señaló. Lo mismo se dictó para el caso ocurrido en 2010, donde el juez señaló que esta acción habría prescrito el 4 de junio del año 2017.

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