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Opinión

El año que más aprendimos en la escuela

Por: Rolando Suárez | Publicado: 13.08.2020
El año que más aprendimos en la escuela |
Claro que hemos aprendido en la escuela este año. Tal vez más que en ningún otro año. Sólo falta que la autoridad educacional aprenda algo.

No hemos perdido el año escolar.

Parto con éste énfasis pensando en la sensación subjetiva que se instala en cada intervención del ministro de Educación cuando habla en los matinales, o en las mesas de las familias que están cansadas de luchar contra la cesantía, la enfermedad y con intentar motivar a sus hijos e hijas para que puedan hacer las tareas.

La pregunta sobre cómo volver a clases de manera segura está lejos de ser respondida con certezas. Claramente no se tienen las mejores condiciones para un retorno al aula que de las garantías de higiene y seguridad necesarias, a pesar de la tozudez de algunos de creer tener la panacea de la “nueva normalidad”, sin hacer el análisis completo de un panorama que lejos está de ser normal y, por cierto, con el sesgo de la “competencia” instalada a fuego.

Hemos aprendido que nuestra sociedad es desigual, y que lxs niños que no tienen una buena conexión a internet tienen menos oportunidades de acceder al conocimiento. También hemos aprendido que los y las líderes educativos efectivos/as son capaces de movilizar a toda una comunidad para que las guías de trabajo lleguen a todes y logran diversificar sus metodologías de aprendizajes para que todes se sientan involucrados y vinculados con sus escuelas.  Hemos aprendido de nuevo a trabajar en equipo, entre docentes, vinculando a las familias y consultando opiniones para seguir mejorando.

Parece que también aprendimos que el SIMCE no es lo más importante, y que la preocupación por la cobertura curricular ha dado paso a preguntarnos cómo se sienten estudiantes y sus familias. ¡Parece que lo emocional sí se vincula con los aprendizajes! Y se ha puesto en relevancia el rol de los equipos sicosociales en el cuidado de la salud mental de docentes, asistentes de la educación y de todes quienes se involucran en el bienestar de estudiantes y sus familias, siendo central para el futuro reforzar en conocimientos, técnicas y estrategias a las escuelas para que puedan dar la contención emocional necesaria durante este periodo de cuarentena y, ciertamente, una vez que vuelvan les estudiantes a aula.

De todas maneras, sí podemos decir que como nunca todes hemos aprendido en esta pandemia. tal vez no con el alcance curricular que cada día más va quedando obsoleto ante el avance de la necesidad real de que nuestres estudiantes y comunidades adquieran habilidades socioemocionales para enfrentar la pérdida, el estrés, la distancia y la autorregulación de sus ritmos de aprendizajes. Y que debemos re-interprear la trayectoria escolar como un proceso integral que permita a alumnas y alumnos poder enfrentar la vida siendo solidarios, respetuosos y críticos del sistema desigual. Niñas, niños y adolescentes han aprendido a ser actores de sus experiencias, muchas de ellas han sido dolorosas; muchos han perdido familias, han vivido el hambre y el miedo. Y han aprendido a luchar, a ser activos en buscar soluciones y a mirar este Chile desigual con otros ojos.

Claro que hemos aprendido en la escuela este año. Tal vez más que en ningún otro año. Sólo falta que la autoridad educacional aprenda algo.

Rolando Suárez