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Opinión

La ligereza del plan «Paso a Paso»

Por: Bernardita Barraza Barrutti | Publicado: 21.08.2020
Si la estrategia actual ha posicionado a Chile dentro de los países con mayor tasa de mortalidad por Covid-19 en el mundo, iniciar un desconfinamiento es aceptar que la elevada mortalidad es un costo aceptable: aceptar que un segmento de la población debe morir. Por eso, cuando nos instan al “Paso a Paso” es porque “ellos» tienen claro lo que ocurrirá.

¿Por qué nuestras autoridades de salud impulsan un plan denominado “Paso a Paso” cuando todavía estamos a semanas de finalizar el invierno y sólo se ha evidenciado una “leve mejoría” en los indicadores? ¿Basta con eso?

Resulta alarmante que el desconfinamiento sea “dinámico”, después del fracaso obtenido con las “cuarentenas dinámicas”. Tal como en ese entonces, esta medida se adoptó en contra de la opinión de los expertos, sin la participación de actores sociales importantísimos para lograr trabajar en conjunto con estrategias que hagan prevalecer la protección de la salud; sin considerar las características propias y únicas de nuestro territorio; en fin, sin considerar al Chile diverso y por ende con diferentes realidades… Nuevamente, centralismo y autoritarismo, un «triunfalismo camuflado».

Para tomar decisiones tan decisivas y delicadas, es de vital importancia hacerlo sobre criterios objetivos. La confianza en el gobierno es inexistente, por lo que transparentar cada uno de los indicadores es clave: ¿cómo son calculados los datos de trazabilidad?, ¿qué método se ha ocupado para calcular la tasa de reproducción efectiva? Nuevamente, la veracidad de los datos es cuestionable.

Sabemos que economías “frágiles” como la nuestra no resisten tanta inactividad, pero también es claro que personas de los sectores más vulnerables de nuestro país son los que mantienen viva esta economía; son la mano de obra, lo esencial para que las empresas puedan funcionar. Hoy estas personas no se enferman sólo por “portarse mal”, sino porque tienen que viajar en buses y locomoción pública, porque sus trabajos son principalmente la entrega de servicios, porque para tener un “permiso temporal” o para cualquier trámite debo tener la famosa “clave única” y para eso debo hacer filas interminables sólo con la mascarilla de tela como escudo. Porque tienen hambre, porque estar encerrados es no ir a trabajar y eso es no tener dinero para gastos básicos; porque, ante todas las carencias, ante un sistema social que no los ve, vale la pena (o la vida) exponerse para sobrevivir… Nuevamente, la sectorización y clasismo… Nuevamente, prevalece lo político y económico por sobre la salud de las personas.

En los hospitales estamos un poco mejor, es cierto. Pero hay miedo, cansancio… Sabemos lo fuerte que nos pegaría una segunda ola. Como enfermeras/os de los hospitales públicos de Chile (agrupados en Fenasenf), lo hemos declarado: estamos en alerta frente a los inminentes rebrotes. Si tenemos un sistema de salud que a duras penas ha aguantado los golpes de la pandemia y que para nadie es desconocido que es basalmente precario, evidentemente no nos podemos confiar, a pesar de que el ministro Paris afirme que “si es necesario retroceder, vamos a retroceder”, aunque no sé en qué condiciones, pues no lo dice el documento. Me angustia saber que echar pie atrás sea sólo prolongar o volver a la cuarentena en lugares con menos privilegios, porque definitivamente no es lo mismo un «Quédate en casa» en Las Condes que en Recoleta, en Santiago que en Petorca, en los cerros de Valparaíso que en “Bosques de Montemar”.

Si la estrategia actual ha posicionado a Chile dentro de los países con mayor tasa de mortalidad por Covid-19 en el mundo, iniciar un desconfinamiento es aceptar que la elevada mortalidad es un costo aceptable: aceptar que un segmento de la población debe morir. Por eso, cuando nos instan al “Paso a Paso” es porque “ellos» tienen claro lo que ocurrirá.

Aunque volvamos a una nueva normalidad “Paso a Paso”, es fundamental no relajarnos, tener en cuenta la gravedad de la situación: cuidarnos, cuidar a nuestros seres queridos, cuidar a quienes nos rodean. De esta salimos, pero sólo unido. Distanciados físicamente, pero más juntos que nunca.

Bernardita Barraza Barrutti