Cientos de pequeños sismos en las semanas previas ya anunciaban la inminente erupción del volcán Litli-Hrútur en el sudeste de la capital de Islandia, lo que sucedió este lunes atrayendo a turistas a ver el fenómeno a pesar de alertas de las autoridades sobre los gases tóxicos que emana la actividad volcánica.
Se trata de una erupción particular, que no ocurre desde un punto en la parte alta del volcán, sino desde una larga fisura al costado del relieve. Esta área volcánica había estado inactiva durante siglos y empezó a generar erupciones en los últimos dos años.