La caída de Sebastián Moreno de la ANFP

La revuelta interna que enfrenta el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Sebastián Moreno, por su errático manejo del consejo de presidentes, entre otras materias, está provocando que su gestión llegue a su fin, de acuerdo a información exclusiva que consiguió El Desconcierto.

El directorio de la ANFP, que debería estar compuesto por seis integrantes, sin contar a Moreno como presidente, hasta el lunes apenas tenía cuatro miembros y, tras la renuncia ese mismo día de Martín Iribarne, la mesa quedó compuesta por tres personas, el mínimo requerido por estatutos.

Mediante una carta, Iribarne explicó que su salida se debía a “motivos irreconciliables con Moreno en la condición de presidente de la ANFP”.

Este martes, sin embargo, Moreno quedará prácticamente solo, pues en las próximas horas se hará efectiva la renuncia a la mesa de Raúl Jélvez (vicepresidente) y, tras ello, hará lo propio Arturo Aguayo  (tesorero/secretario general), según fuentes de la ANFP que confirmaron la salida de ambos a este medio.

Anteriormente, ya había renunciado Aldo Corradossi al directorio. De esta forma, Moreno quedará sentado solo en la mesa de la ANFP con Marcos Kaplún, exdirector de Universidad de Chile.

El timonel de la ANFP ha tratado de recomponer su directorio, luego de reiteradas renuncias. Sin embargo, no ha sido capaz. Su último intento fue con la periodista Lorena Medel, cercana al empresario Nicolás Ibáñez, sin embargo, no fue electa por no contar con los requisitos para el cargo.

Las renuncias de Aguayo y Jélvez, de acuerdo a los estatutos, provocarán que se convoque a elecciones, lo que sellerá el fin de la gestión de casi 500 días de Moreno.

La Tercera, en un artículo de este lunes que tituló «El jaque mate acecha a Sebastián Moreno», citó a Matías Rivadeneira, secretario ejecutivo de Quilín, quien en marzo, al momento de la renuncia de Aldo Corradossi, explicó así el mecanismo que debería gatillarse: “Los estatutos disponen de un quórum mínimo para las sesiones de directorio que es de la mayoría de los directores en ejercicio. Asimismo, contemplan disposiciones especiales para vacancia de los cargos de presidente y de director, disponiendo que en el caso del presidente que si se produjera la vacancia de este cargo, y solo respecto de este cargo, procede a una nueva elección, a menos que la vacancia se produjere dentro del año en que corresponde renovar el directorio, caso en que subroga el vicepresidente. Para el caso de los directores, es el Directorio el que propone completar el cargo vacante y el Consejo es el que efectúa la elección”.