Caso Melipilla suma antecedentes graves: Amenazas, extorsión, fotos de familiares y coimas

Mientras el Tribunal de Disciplina de la ANFP sigue cavilando para dar su sentencia definitiva en el denominado ‘Caso Melipilla’, este martes, día en que saldría la resolución, se conocieron antecedentes que dieron ribetes policiales al intrincado problema que aún tiene sin definir los descensos en la Primera División.

Cabe recordar que, en cancha, Huachipato descendió y Universidad de Chile se salvó de caer a Primera B de forma agónica y milagrosa. Sin embargo, una denuncia contra los ‘Potros’, por dobles contratos, paralizó el Partido de Promoción entre Curicó Unido y Deportes Copiapó.

Esto, porque de resolver contra Melipilla, el elenco que juega en el Roberto Bravo Santibáñez descenderá ‘por secretaría’, Curicó se mantiene en Primera y Huachipato vería una luz de esperanza, saliendo del descenso directo y quedando como rival de los copiapinos.

Amenazas y fotografías

Este martes, Ricardo Fuenzalida, exvolante melipillano involucrado en la denuncia, actualmente en Deportes Santa Cruz, habló con ASChile, revelando todo lo que ha sucedido alrededor de este caso.

«Decidí hablar por muchos motivos. La gente que estuvo trabajando en el último tiempo en Melipilla se portó muy mal conmigo y creo que atacaron a una persona muy importante para mí en el fútbol, que es Gino Valentini. Necesitaba prestarle una mano por todo lo que ha hecho por mí y, obviamente, vine a declarar a favor de él para demostrar que sí tenía doble contrato en Melipilla», comenzó.

Consultado si siempre supo que tenía contratos irregulares, respondió tajante que sí. «Tuve contratos negros, pero ahora, como pasó este revuelo, quise meterme y ayudar para que no vuelva a pasar más en el fútbol chileno”, comentó.

“Carlos Encina (accionista de Melipilla) y Leonardo Zúñiga (presidente de Melipilla) se portaron muy mal con Valentini. Hay fotos amenazándolo, fotos de la hija. Entonces, creo que se desviaron del tema y pasaron a algo delicado, como es la familia. Está en papeles y lo tiene la ANFP. Ya se demostró todo y creo que de esa forma no se puede discutir. Yo llegué de Punta Arenas, supe cómo estaba el escándalo y no había tenido contacto hasta antes de ayer (lunes), cuando me coimearon para que me quede callado por lo que iba a decir. Pero obviamente yo no iba a traicionar mis principios. No tengo precio para venderme”, añadió.

Fuenzalida fue más allá, añadiendo que “(Carlos Encina) me llamó ofreciéndome contrato con él. Fui muy querido en Melipilla, en el ascenso, y me sacaba eso. Me decía que vaya a su casa, que conversemos, que me iba a pasar una plata que él me debía cuando me fui a Audax Italiano desde Melipilla. Ellos cobraron un préstamo y me falló en eso. Ellos sabían lo que se venía y por algo estaban en ese asunto de comprar jugadores para que no hablen. Pero creo que hablaron con el jugador equivocado”.

Cerró expresando que “sólo pido que la ANFP, con todas las pruebas que tiene, que son contundentes, pueda tomar una decisión para que esto no vuelva a suceder en el fútbol. Ahora se destapó la olla y creo que las cosas que se tienen que hacer bien y poner el castigo más duro que tengan. Si no le hacen nada, esto va a pasar por alto y ojalá Dios quiera no sea así”.

“Lo he pasado mal”

Otro que decidió hablar, esta vez con EnCancha, fue el amenazado, Gino Valentini. “Tuve un intento de soborno hace una semana atrás. Un integrante del directorio del club que me ofreció acciones a cambio de mi silencio”, comenzó.

«He recibido amenazas, no lo he pasado bien. Por lo menos me quedaré con la conciencia tranquila que actué y obré bien y que no podía seguir tapando estas cosas que están pasando. A mí me han hecho bolsa, llevo dos semanas, me han hecho imputaciones y cosas que son falsas. La gente que me conoce sabe quién soy yo y que no actúo así”, cerró Valentini.

Este martes, se espera que el Tribunal de Disciplina de la ANFP debería dar su veredicto, donde en el mejor de los casos, Deportes Melipilla será castigado con el descenso a Primera B, pero en el peor de ellos, sufriría la desafiliación por parte de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional.